Durante la primera mañana de aislamiento social, preventivo y obligatorio dispuesto por el decreto del Gobierno nacional, los platenses cumplieron con las restricciones de circulación aunque con un intenso movimiento hacia los comercios de alimentos, medicamentos y artículos de limpieza.
Pese a estar lejos de ser un día hábil normal, ya que el ritmo fue más parecido al de un feriado aunque sin niños en la calle y las plazas, los accesos a la ciudad y las calles del centro mostraron un movimiento que aún tiene margen para ser menor.
Con un cronograma que incluye 10 circuitos, la nueva edición de Museos a la Luz de la Luna convocó a cientos de vecinos de La Plata.
El encuentro celebra la tradición florícola de La Plata y homenajea a los productores en Plaza Moreno.
La presencia policial, así como de agentes de la Municipalidad y ambulancias del SAME, fue notorio, pero no pudieron observarse controles o interrogatorios a los transeúntes respecto de las razones para estar en la calle.
La disponibilidad de lugares para estacionar también fue un síntoma de la reducción de la actividad.
Se cumplió en general con las excepciones autorizadas respecto de los locales abiertos. Los almacenes y supermercados, las farmacias, las verdulerías y carnicerías, las ferreterías y veterinarias, mantuvieron sus puertas abiertas y tuvieron una afluencia de clientes que se sostuvo durante toda la mañana.
En cambio la persianas bajas fueron la norma en las tiendas de ropa y locales de electrodomésticos, los restaurantes, los locales de comida rápida y los tradicionales cafés de la zona céntrica.
Todo acompañado por un ritmo callejero bastante más intenso que un domingo. Tal vez semejante al de un día feriado. Los micros circularon a buen ritmo pero con pocos pasajeros y los taxi siguieron poblando las paradas aunque casi sin viajes contratados.
Quienes sí mantuvieron una intensa jornada de trabajo fueron los empleados de las app de delivery, también autorizados por el decreto presidencial. En la esquina de 12 y 57, por ejemplo, donde se encuentra el supermercado Carrefour, el ritmo de entrada y salida de motos y bicicletas, fue incesante.
Los trabajadores de los negocios que abrieron y el personal que presta los servicios esenciales, en la salud y la seguridad, fueron quienes mayormente poblaron las veredas, tomaron los micros o se movieron en sus propios autos.
Los bancos cerrados y la ausencia de la gran cantidad de estudiantes y trabajadores estatales que transitan la ciudad en tiempos normales, también fueron fundamental para que el ritmo de la capital bonaerense fuera menor.
La impresión general en las calles de La Plata es que quienes circulaban por la ciudad lo hacían con algún propósito permitido, iban camino a algún lado, al supermercado, a la farmacia, a un cajero para retirar dinero o a trabajar.
Las plazas se mantuvieron vacías y nadie usó los espacios públicos para pasear o descansar al sol aprovechando la jornada aún veraniega. La ausencia de niños en las calles y las plazas fue el elemento más significativo y diferencial de un feriado normal.
En el Parque Saavedra, sin embargo, funcionó la feria de frutas y verduras, donde pudo apreciarse el respeto a normas mínimas de distancia social. Las mismas que se utilizaron en los negocios formales, donde los clientes hicieron fila en la vereda guardando la distancia.
Los barbijos fueron la otra marca registrada de la primera mañana de aislamiento. Lejos de la realidad de la semana pasada, cuando era excepcional encontrar alguien usándolos, este viernes la imagen se convirtió en norma, especialmente en buena parte de los efectivos policiales que patrullaron la ciudad, pero también en muchos de los platenses que salieron.
Las escenas, reflejadas en la galería de foto que acompaña esta nota, se dieron en el marco de la primera jornada bajo el estado de “aislamiento social, preventivo y obligatorio” que decretó el presidente Alberto Fernández.
El decreto dispone que las personas deberán permanecer en sus residencias, abstenerse de concurrir a sus lugares de trabajo y evitar desplazarse por rutas, vías y espacios públicos. Y sólo las autoriza a realizar desplazamientos mínimos e indispensables para aprovisionarse de artículos de limpieza, medicamentos y alimentos.