jueves 06 de noviembre de 2025

Los restos de la chef platense asesinada fueron sepultados en Paraguay

Se debió a los altos costos del traslado y los tiempos de la Justicia del vecino país. La mujer fue atacada con un arma blanca por un compañero de trabajo que estaba violentamente "obsesionado" con ella.

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En medio de una gran angustia por el brutal crimen, la familia de la platense María Fátima Díaz confirmó que sus restos fueron sepultados en Paraguay.

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La mujer de 41 años decidió radicarse en el vecino país hace más o menos ocho años para poder seguir ejerciendo su profesión de chef. Así comenzó a trabajar en “Zulu”, un exclusivo restaurante guaraní, y en ese contexto se relacionó con Jorge Enmanuel Ramos López, de 24 años, hasta el momento sindicado por la policía como el presunto autor del hecho.

La víctima presentaba un corte profundo en la garganta y que esa habría sido la principal herida causal de la muerte, mientras que el hombre también tiene heridas cortantes en las manos, lo que llevó a pensar a los investigadores que pudo haber habido un forcejeo durante la pelea.

El terrible crimen repercute en La Plata ya que la mujer era oriunda de nuestra ciudad. Había logrado hacerse una casa en el barrio de San Carlos que dejó al cuidado de una de sus hermanas cuando decidió viajar a Paraguay, y según contó una de sus hermanas, que vive en Tolosa, en poco más de 8 años María Fátima logró hacer pie en el mundo de la cocina y era una reconocida chef en el país vecino. La mujer aseguró que María Fátima se desempeñaba como jefa de chefs en ese importante restaurante de Asunción.

Al comienzo se pensó que Ramos López era pareja de la víctima, pero luego se supo que era un compañero de trabajo que estaba violentamente obsesionado con ella. "El hombre estaba enamorado y obsesionado con ella, y aunque no existen denuncias previas, tuvieron algunos problemas", detalló la fiscal del caso. Actualmente el acusado espera en una dependencia policial a que se resuelva su situación procesal y así ser trasladado al penal de Tacumbú. Podría recibir una pena de hasta 30 años de prisión y aun así se negó a declarar. 

Aún en shock, la familia no pudo despedirse de “Fati”, como la llamaban. Intentaron repatriar el cuerpo, pero debido al elevado costo que implicaba el traslado –más de $100.000- y a las urgencias que les impuso la Justica paraguaya, finalmente la sepultaron en ese país. Ahí se encuentra Martín, uno de sus hermanos, quien reconoció a la mujer y fue a interiorizarse en el caso. "Mi hija era un ángel. No entiendo qué pudo pasar, no puedo creer que no voy a verla nunca más", lamentó Olga, su mamá. 

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