La pandemia hizo -y hace- estragos en la economía de los teatros. Golpeó a todos: productores y directores, actores y técnicos, de punta a punta del circuito teatral. Llevan más de diez meses cerrados y aunque en diciembre se habilitó la apertura con presencia de público, bajo estrictos protocolos, la vuelta para muchos es inviable.
La “nueva normalidad” los habilita a abrir con capacidad reducida, pero los números no cierran por ningún lado ni para las salas comerciales ni para el teatro independiente, sector aún más castigado por la crisis.
Aunque la apertura es celebrada por los teatros con muchas butacas, la realidad es que el aforo del 30% para las salas más pequeñas no sirve. Muy pocos tienen la certeza de cuándo van a poder abrir sus puertas. Lo cierto es que tanto para salas comerciales como independientes de La Plata la situación es crítica y la pregunta que angustia es ¿hasta cuándo?
Para los que pudieron abrir o planean hacerlo la idea es que la rueda, de a poco, empiece a girar. El Teatro Opera hará su reapertura en el mes de enero en un formato de mesas y sillas, una vuelta tranquila sin saturar con una agenda musical que se irá engrosando para de marzo, según contó a 0221.com.ar José Luis Cameron, creador de la productora Gonna Go que dirige el teatro.
“Estamos charlando constantemente con el Municipio para adaptar los espectáculos a esta nueva modalidad que todos debemos aprender porque el formato tradicional cambió”, dijo. Y agregó: “No nos podemos permitir que no se cumplan los protocolos, lo debe hacer la gente, los artistas, los técnicos, debe ser un compromiso social y ciudadano”.

La pandemia dejo al histórico teatro en una situación difícil y con una deuda de servicios abultada que llevará tiempo saldar, dijo el productor que desde hace años apoya a la cultura y a los artistas locales. Pero está expectante con la apertura al 30% aunque sabe que los números seguirán sin cerrar.
“El mayor desafío es seguir comunicando que necesitamos ayuda para trabajar con la gente para que entienda estos nuevos formatos. Necesitamos ayuda para poder sobrevivir, para poder comprender que nosotros tenemos una misión que es tener las salas en condiciones, que la gente disfrute y la propuesta sea de calidad. ¿Cuántos negocios pueden aguantar 11 meses cerrados, pagando servicios, etc. El sector está muy golpeado y necesitamos del apoyo y la colaboración del estado para poder estar en condiciones”, afirmó.
Por otra lado, el Teatro Metro abrió sus puertas la segunda semana de diciembre con la presentación de La Cumparsita y le siguió Cruzando el Charco con cinco funciones agotadas. “La experiencia fue muy buena, nos demostró que se puede hacer”, dijo Carlos Mancinelli, dueño del teatro ubicado en 4 entre 51 y 53.
El Metro fue el primero en reabrir sus puertas en la provincia. Y el propio Mancinelli adelantó que planean un ciclo de música al aire libre en el predio municipal, para que el público de todas las edades pueda disfrutar con tranquilidad. “Es difícil, no es económicamente rentable pero alguien lo tiene que hacer y que por sinergia se vaya sumando otra sala, y eso hace que también la gente se anime o entienda”, expresó
Para Gastón Marioni, productor, dramaturgo, director y dueño del teatro Estudio, icono del circuito independiente en la ciudad, la apertura es “relativa”, todavía se da en muy pocas salas. De hecho, la suya no abrió.

El teatro Estudio está cerrado desde marzo y no tiene previsto abrir en estas nuevas condiciones. “La sala tiene 60 butacas, el 30%, son 18 personas y en el teatro independiente el valor de las entradas no supera los $400, le restamos los costos de Argentores, SADAIC, el porcentaje del grupo y el pequeño porcentaje que le queda a la sala, con eso realmente uno tiene que poner dinero para compensar los gastos que acarrea prender la luz, que los baños estén limpios y que los actores estén en un camarín con las condiciones que el protocolo pide. Con lo cual ese protocolo no nos sirve”, clarificó Marioni.
“Para los que hacemos teatro el COVID le vino a dar un flechazo en el talón de Aquiles porque su arma más poderosa es la presencialidad. El teatro tiene mucho que perder si no vuelve”, reflexiona con angustia Marioni.

Para otro de los hacedores del teatro local, Leo Ringer, director y dueño del teatro La Nonna, el panorama también es desalentador. "Nuestro complejo cultural está completamente cerrado. No han permitido insertar el teatro como si lo hicieron con los negocios gastronómicos y de esparcimiento", sentenció.
“El público se ve obligado a priorizar el pago de primeras necesidades y lamentablemente la cultura no es esencial ante los apremios económicos. Entendible pero muy angustiante para el sector del arte”, dijo Ringer que lleva adelante una de las escuelas de teatro y comedia musical más completas y numerosas de la ciudad.
En general el panorama del Teatro Estudio y el Teatro La Nonna refleja lo que ocurre en todo el circuito independiente donde la reapertura es casi nula. Por otro lado, la situación también afecta al circuito de teatros públicos: el Teatro Coliseo Podestá y el Teatro Argentino por el momento no tienen definido un regreso presencial.
Fotos de Santiago Witt