En medio de la polémica abierta en torno a la sucesión de Diego Armando Maradona, siguen apareciendo preciados bienes del astro argentino y ahora se deberá establecer a quién le corresponde quedarse con cada uno de ellos.
En medio de la polémica abierta en torno a la sucesión de Diego Armando Maradona, siguen apareciendo preciados bienes del astro argentino y ahora se deberá establecer a quién le corresponde quedarse con cada uno de ellos.
La que quedó en el centro de la escena ahora es la lujosa moto llamada “Yo soy Diego”. Se trata de una Harley Davidson modelo Fat Bob 107, completamente customizada y con un diseño único e inspirado en la historia de vida de Maradona.

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El piloto argentino Franco Colapinto no logró superar la Q1 en la clasificación sprint del Gran Premio de Brasil y saldrá 16° en el circuito de Interlagos.
Fue a mediados del 2019, que el Dínamo Brest de Bielorrusia, club del que supo ser presidente del fútbol de manera express, y luego presidente honorario, preparó un obsequio inigualable para reconfortarlo tras su paso por el quirófano: una motocicleta que lleva su sello en cada centímetro.
En su momento, Matías Morla explicó: “Ellos siguen de cerca la vida de Diego y quisieron hacerle un regalo. Diego quedó maravillado al ver las fotos y quiere ir a buscar la moto”. El vehículo tiene varios detalles que lo transforman en algo único. Posee una pelota dorada en la rueda delantera, el número ’10′ en el frente, los colores de la bandera argentina en el tanque de nafta y la clásica firma de Pelusa bordada en el asiento.
Yuri Shif, cabeza del proyecto encargado a una casa de personalización que la creó, indicó que fue un pedido expreso del presidente del Dínamo. Y que el espíritu radicó en ilustrar “cómo se vería Diego si no fuera un jugador de fútbol, sino una motocicleta”. Más detalles que definen a la obra: el asiento de cuero fue mandado a hacer aparte, la parte trasera exhibe similitudes con un auto y el Balón de Oro fue “la parte más difícil de hacer”.
La moto está valuada entre 30.000 y 40.000 dólares y es uno de los tres grandes presentes que le ofrendó el Dínamo Brest, junto con un anillo con una piedra preciosa valuado en 300.000 dólares que se transformó en una de sus cábalas en su paso por Gimnasia, el 0,5% de las acciones de la institución y la camioneta anfibia Overcomer Hunta, con chasis de fibra de vidrio, un tanque de combustible de 100 litros y capacidad de navegación en el agua (sí, como si fuera un barco) a razón de 8 kilómetros por hora.