La madrugada del 7 de octubre pasado la ciudad de La Plata amaneció conmocionada por el brutal asesinato de un hombre en la localidad de Los Hornos. A los pocos días el caso apareció como esclarecido con la detención de uno de los hijos de la víctima, quien confesó a una conocida, por WhatsApp, haber matado a su padre. Le envió una foto del cuerpo ensangrentado con la frase “me tenía podrido, lo pinché”.
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La víctima fue identificada como Ángel Osvaldo Merlo, vendedor ambulante de 84 años de edad, quien murió desangrado a causa de las puñaladas. Por el hecho fue detenido y procesado su hijo, Jorge Ricardo, de 24 años de edad, quien está acusado de homicidio agravado por el vínculo, delito que tiene la única pena de prisión perpetua.
La primera hipótesis sostenía que había sido asesinado por su perro, pero la autopsia descartó esa posibilidad. El primero de los datos que llamó la atención a los sabuesos es que los ingresos a la propiedad no fueron forzados, estaba todo cerrado. Tampoco se detectaron evidencias de robo.
El relato de testigos y el secuestro del teléfono del acusado fueron la clave del caso. En los últimos días el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta solicitó la prisión preventiva para el acusado de masacrar a su padre en una vivienda ubicada en calle 67 entre 133 y 134.
LA MASACRE
Gran parte de las evidencias quedaron alojados en el propio teléfono del acusado, quien tras el parricidio, se comunicó con una mujer, a quien le confesó el hecho: “Maté a mi papá”, según se detalla en el expediente judicial.
La testigo declaró y aportó detalles reveladores. Comentó tras el mensaje recibido fue hasta donde estaba el acusado quien confesó: “Fui hasta la casa y le dije que era un viejo hijo de pu..., me tenía podrido. Primero lo pinché, después lo corté. Cuando me hacen enojar, sacan lo peor de mí. Ya está hecha la cagada”.
Este desenlace fatal había dado síntomas. La víctima le había dicho a otro de sus hijos que recibía amenazas por parte del ahora detenido. A todo esto, una hermana del procesado reveló que su padre estaba preocupado porque “no se podía hablar con Jorge, porque enseguida lo quería boxear”.
El planteo es analizado por la jueza de Garantías Marcela Garmendia, quien, según pudo saber este medio, dictará la prisión preventiva del acusado.