"El impacto que el coronavirus tenía en el AMBA y en algunas provincias argentinas ha disminuido considerablemente", sostuvo este jueves el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, y en esa línea adelantó que la región que también comprende a La Plata, Berisso y Ensenada podría pasar dejar atrás el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) para pasar a una nueva etapa de Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO).
Tras presentar el programa Salud Digital en la Casa Rosada junto a varios gobernadores y al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el titular de la cartera de Salud remarcó que a partir del próximo 8 de noviembre podría haber nuevas restricciones en la Ciudad de Buenos Aires, La Plata y el resto del Conurbano Bonaerense, que a inicios de la pandemia fueron algunas de las zonas más castigadas por el virus.
González García indicó que la decisión, sin embargo, deberá tomarla el presidente Alberto Fernández en función de la fuerte desaceleración de los contagios de coronavirus en la región y aunque no confirmó el paso al DISPO, adelantó que "queda poquito para esperar porque lo va a anunciar brevemente".
En Provincia y la Capital Federal confirmaron en tanto que se está trabajando en ese sentido, aunque en la práctica ya hubo fuertes aperturas de actividades bajo estrictos protocolos. En esa línea, se espera que el próximo viernes las autoridades de ambas jurisdicciones den a conocer nuevas flexibilizaciones.
Pasar del aislamiento social al distanciamiento social no implicaría grandes cambios en el AMBA y es que muchas de las actividades consideradas no esenciales y que por lo tanto quedaban vetadas para el ASPO, ya fueron habilitadas a lo largo de las últimas semanas. No obstante, Fernández haría oficial esa decisión el próximo viernes en una conferencia de prensa en la que no estarán presentes el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta; y el gobernador bonaerense Axel Kicillof, tal y como sucedió en Misiones.

El funcionario también hizo referencia a la polémica desatada en torno a la obligatoriedad o no de ponerse la vacuna contra el COVID-19 y reiteró que la aplicación será voluntaria, por lo que no se espera que sea incluida en el calendario de vacunación. "La vacuna va a estar disponible, va a ser gratuita. Mientras más gente vacunada, menos va a circular el virus, pero el Gobierno no tiene intención de obligar a nadie a dársela", insistió el Ministro de Salud.