El Gobierno nacional adelantó que las dosis de la vacuna rusa contra el coronavirus serán aplicadas de manera gratuita, comenzando por las personas que integran los grupos de riesgo, el personal sanitario y las fuerzas de seguridad. El presidente Alberto Fernández adelantó el lunes que Argentina comprará 25 millones de inmunizaciones, con las que se podrá vacunar a 12,5 millones de pacientes, dado que se trata de dos aplicaciones y una es un refuerzo.
La viceministra de Salud Carla Vizzotti y la asesora presidencial Cecilia Nicolini confirmaron que el acceso a la vacuna será gratuito, pero dependerá de su disponibilidad. El Gobierno espera recibir el primer lote entre diciembre y enero de 2021.
"Toda la población argentina va a poder acceder de manera gratuita a esta vacuna", sostuvo Nicolini en diálogo con El Destape. Cada antídoto, sin embargo, tiene un valor de 19,90 dólares, de los cuales se hará cargo enteramente el Gobierno nacional.
Las autoridades argentinas ya trabajan en la elaboración de un mapa de vacunación, a partir del cual se establecerán prioridades. "La distribución va a ser equitativa, con una visión federal para que todo el mundo pueda acceder en tiempo y en forma. Y se va a comenzar por los grupos de riesgo, al personal sanitario y a las fuerzas de seguridad", explicó la especialista en ese sentido.
La Sputnik V debe aplicarse en dos dosis y con un intervalo mínimo de 21 días, lo que implicará un imponente esfuerzo logístico para distribuirla y llegar a todos los rincones del país. En esa línea Nicolini explicó que "el ofrecimiento que tenemos es para adquirir 25 millones de vacunas, es decir, 50 millones de dosis".
Los anuncios del Gobierno llegan en medio de la polémica generada por la velocidad con que se desarrolló la vacuna rusa, que aún no terminó de superar los estudios de la fase 3 durante la que se prueba la efectividad de las inmunizaciones. En ese marco, Vizzotti negó que exista un negocio o un interés geopolítico detrás de la elección de la vacuna rusa contra el coronavirus: "Acá no hay nada oscuro ni poco transparente. Rusia es una potencia mundial, tiene un desarrollo científico impresionante", indicó.
La Viceministra de salud remarcó en diálogo con Radio con Vos que la vacuna se somete a las mismas pruebas de seguridad que todas las que están en estudio en el mundo. "Se están realizando los mismos protocolos que todas las demás. No estamos haciendo nada distinto de lo que hubiéramos hecho con el resto. Sabemos que hay incertidumbre porque no tenemos fase 3 finalizada de ninguna vacuna, pero nosotros estamos seguros de que vamos a construir confianza y vamos a llegar mejor preparados para su aplicación. Estamos ante una situación inédita que genera mucho estrés", agregó.
Las dos funcionarias destacaron además que, pese al acercamiento con el Gobierno ruso, todavía siguen negociando la compra de las vacunas de Pfizer y AstraZeneca, con el objetivo de garantizar el mayor abastecimiento posible. Es que, según se explicó, el contrato por la Sputnik V se firmaría "a riesgo" y solos se concretaría si las pruebas demuestran que es verdaderamente efectiva para enfrentar la enfermedad.