Una jornada de protesta en la Ciudad de Buenos Aires con el objetivo de que el Gobierno declare la emergencia alimentaria terminó en tensión, enfrentamientos y represión policial. Luego de conocerse que las organizaciones sociales acamparían dos días sobre avenida 9 de Julio, las fuerzas policiales desataron una represión que incluyó gases, palazos y hasta detenciones.
Los manifestantes habían intentado cortar los carriles del Metrobus a la altura de calle Moreno cuando la Policía de la Ciudad intervino, hizo un corral e intentó controlar la situación utilizando gas pimienta. Frente a la escalada de tensión, los agentes avanzaron a los golpes contra los cientos de protestantes.
Sin embargo, a pesar de la represión, las organizadores ratificaron sus intenciones de continuar con el acampe. Además cuestionaron las detenciones y la presunta maniobra del Gobierno de Mauricio Macri de suspender la línea C de subte, para evitar que lleguen más manifestantes a la concentración de Avenida de Mayo y 9 de Julio.
"Ratificamos la medida que se tomó el fin de semana que, si no había respuesta de parte del Gobierno a los tres puntos, iba a haber acampe. A pesar del dispositivo que armó de cortar el subte y de la presencia policial con una voluntad de represión, nosotros venimos por un reclamo social y queremos una respuesta social", aseguró el referente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, quien también denunció que hubo una "orden política" de reprimir la protesta.