La presidenta del Colegio de Odontólogos que abarca La Plata, Berisso, Ensenada, San Vicente y Punta Indio, entre otras localidades, reveló que, tras darse a conocer la noticia, una mujer se acercó a la institución para ratificar su denuncia contra el hombre que ejerció la profesión durante 14 años en un consultorio de City Bell, aunque no tenía título habilitante.
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Llegó a ser virtual viceintendente de La Plata, pero reivindicó la militancia barrial y una rebeldía que lo llevó a enfrentarse a la estructura partidaria.
Según explicó Natalia Weiler, presidenta del Colegio, "luego de que se presentara ayer la denuncia penal contra Fernando Cuacci por 'usurpación de título', una paciente del hombre se acercó a la entidad para ratificar también con su testimonio la acusación". "Dijo ser damnificada por haberse atendido tantos años. Esa denuncia fue a ratificarla a la fiscalía que ahora sigue el caso", agregó la profesional.
La presidenta del Colegio explicó que el falso odontólogo ejercía desde hacía 15 años y que tenía el reconocimiento de muchos colegas. "Es la primera vez en la historia del Colegio que surge un caso así, nos preocupa todo esto", apuntó.
La entidad impulsó la denuncia a partir de una investigación que surgió de manera anónima por mala praxis de un paciente. "Desde que asumimos este año, habilitamos canales de comunicación con la comunidad, y en ese marco surgió la denuncia anónima por mala praxis", le contó Weiler a la agencia de noticias Télam.
La odontóloga hizo hincapié, además, que el Colegio no solo debe velar por el ejercicio profesional sino también por la salud de la comunidad y en esa línea aseguró que la la investigación derivó también en una inspección de la subcomisión de Habilitaciones, Rehabilitaciones, Verificaciones, Publicidad e Intrusismo del Colegio.
"Creíamos que nos íbamos a encontrar con un odontólogo fuera del Colegio o sin matricula pero no era un profesional. No pensamos que no era parte del sistema, cuando el inspector le pidió título, matricula y habilitación nos dijo que no contaba con nada de eso, que había cursado unos años de carrera y que ejerció todo este tiempo en un consultorio habilitado porque la mujer sí es odontóloga", agregó Weiler.
La esposa del acusado, en tanto, se defendió y dijo que "no sabía de la situación y que durante los 20 que pasó con él "siempre pensó que se había recibido". En ese marco, lo calificó como "un manipulador, mitómano y estafador" a quien no le importó ni su exposición ni la de sus hijos.
La denuncia quedó radicada ante la fiscal penal Virginia Bravo y en la presentación judicial se consignó que al momento de la fiscalización "el acusado reconoció que el consultorio estaba habilitado a nombre de su esposa y que ella ignoraba la situación". Además, se detalló que al momento de abrir la puerta, el falso odontólogo "poseía barbijo puesto e incluso accediendo al sector de atención de pacientes se observó a una mujer sentada en el sillón de odontólogo en posición de ser atendida".