A principios de este año Juan Ignacio Brown dio a conocer públicamente que el Tata padecía Alzheimer, algo que se especulaba desde el primer momento en que fue internado, a finales del 2018.
A principios de este año Juan Ignacio Brown dio a conocer públicamente que el Tata padecía Alzheimer, algo que se especulaba desde el primer momento en que fue internado, a finales del 2018.

Para el duelo ante Argentinos Juniors, Estudiantes cuenta con varias bajas sensibles y Eduardo Domínguez deberá completar el plantel con juveniles.
El mercado de pases en Estudiantes se acerca y ya se empieza a resolver el futuro de algunos futbolistas que culminan su vínculo con el club a fin de año.
El defensor campeón del Mundo con la Selección argentina en 1986, se encontraba con un estado de salud muy delicado y con asistencia médica permanente. Florencia Brown, hija de José Luis, contó hace poco más de un mes la difícil situación por la que pasaba su padre: “Sigue internado, en una cama. No controla esfínteres, solo de a ratos pasa a una silla de ruedas. No le veo momentos de conexión en espacio y tiempo y no tiene ningún tipo de independencia".
El cuadro de la enfermedad que aquejaba al Tata Brown era irreversible y desde el inicio del 2019 comenzó a empeorar día a día. El grado de Alzheimer que padecía el ídolo del Pincha era muy agudo, por lo que a menos de un año que le confirmaran su diagnóstico, el panorama había empeorado notablemente y la angustia de los familiares y amigos creía constantemente.
“Está igual que hace seis meses atrás. Es muy duro ir a verlo y que no te reconozca”, contó hace un tiempo, en 221Radio, el hijo del Tata, Juan Ignacio Brown. En un crudo relato, dio detalles del estado en el que se encontraba el emblemático defensor de Estudiantes: “Se encuentra estabilizado pero es difícil que pueda salir de eso. Lo que trato es de que esto sea lo más llevadero posible”.
Las palabras de Florencia y Juani Brown, bastan para evidenciar la forma en la que vivió sus últimos días el defensor que supo convertirse en una figura representativa de Estudiantes y alcanzó la gloria máxima con el seleccionado Nacional en 1986. El dolor por su partida no es solo del pueblo pincharrata, sino que de todo el ambiente del fútbol argentino, que despide con profundo respeto a un Campeón del Mundo, y principalmente, a una gran persona.