Finalmente el Gobierno nacional dio marcha atrás y decidió postergar un mes más la segunda mitad del aumento en el Impuesto a los Combustibles líquidos que ya había prorrogado a este mes y debía comenzar a regir este jueves. En ese marco, las principales empresas del sector ya planeaban ajustar sus precios un 2% y trasladar la carga a los consumidores.
El Ejecutivo dio a conocer la medida a través del decreto 531/2019, que fue publicado en el Boletín Oficial. "Resulta conveniente prever una mayor gradualidad, determinando que el incremento total en los montos del impuesto originado en la actualización del mismo, surta efectos para los hechos imponibles que se perfeccionen desde el 1 de setiembre próximos", precisó al respecto en la Norma.
El incremento, entonces, fue prorrogado al inicio del próximo mes y se fijó en $ 0,310 por litros para nafta sin plomo, nafta virgen, gasolina natural o de pirolisis, solvente y aguarrás. En tanto que se determinó un $0,191 por litro el aumento para el gasoil, el diésel oil y el kerosene.
Es importante señalar que los combustibles se actualizan de forma trimestral, sobre la base de las variaciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC), considerando las variaciones acumuladas de ese índice desde el mes de enero 2018, inclusive.
En mayo del año pasado el Gobierno dispuso que la AFIP actualice los montos del Impuesto a los Combustibles en los meses de enero, abril, julio y octubre de cada año, considerando la variación del IPC correspondiente al trimestre calendario que finalice el mes inmediato al de la actualización que se efectúe.

La alta inflación hizo "oportuno", en la visión del Gobierno, la idea de reducir el impacto de la actualización y por ello en junio se estableció que una parte sustancial de la suba se aplicara a partir del 1 de agosto. Ahora, en un claro tono electoral, el Ejecutivo dispuso postergar esa suba, que deberá hacerse efectiva en septiembre, poco después de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).