Plaza San Martín amaneció totalmente rodeada por decenas y decenas de policías de las distintas fuerzas de seguridad, en el marco de un operativo para erradicar la venta ambulante en el centro platense. En medio de una tensa calma, una de las referentes de los manteros dio detalles de la situación de quienes se acercan a ofrecer ropa, libros y distintos de artículos a muy bajos precios, y poder llevar dinero o algo de comer a sus familias.
"Para participar en el predio nuevo se necesitan alrededor de $25.000 por mes para vender ropa nueva, $12.000 para ropa usada y $350 por día", dijo por 221Radio Jacqueline Agüero, vendedora y organizadora de la actividad de ese espacio. El Municipio lo subsidia durante los primeros seis meses y luego lo tienen que costear de su bolsillo.
En ese sentido, piden que no les cobren los puestos en caso de ser reubicados en el Paseo de Compras 80, que próximamente abrirá sus puertas en el predio de Altos de San Lorenzo (entre 79 y 80 y de 132 a 134).
En los últimos cinco meses la feria de la plaza se desbordó. "Arrancamos hace cuatro años y medio: éramos 20. De febrero a hoy contamos 600 familias", detalló. Del total, el 90% son mujeres.
"No consigue trabajo. Hay jubilados a los que no les alcanza la jubilación. Hay gente que fue echada y necesita ir a la plaza a vender", siguió al aire de El Cafecito. Y remarcó: "Lo que hacemos es un trabajo, no le estamos robando a nadie".
Además, subrayó que luego de cada jornada limpian la plaza. "Lo hacemos para que no quede desorden, la cuidamos", agregó la mujer, que hace manualidades con Fibrofacil. También pinta y decora.
"Hay gente que apenas llega a cargar la SUBE. A veces ponemos un poquito de plata entre todos para cargarle a quien necesite", dijo Jacqueline.
La situación económica es compleja y hay veces que los feriantes se vuelven con los bolsillos vacíos. "Después del 15 se complica. La gente ya no tiene plata. Cambiamos mercadería, nos compramos entre nosotros para poder llevar algo sí o sí a casa. Un jean se vende a $100. No pueden pagar ni eso", contó.
Las primeras fotos sobre la plaza amurallada de policías le llegaron por los grupos de WhatsApp alrededor de las 6 de la mañana. Si bien ya les habían advertido sobre esta situación, aseguró que el panorama generó miedo y bronca.
No obstante, confirmó que volverán frente a la plaza. Después de dejar a sus hijos e hijas en la escuela, concentrarán en la Legislatura Bonaerense, en 7 entre 51 y 53, en búsqueda de restablecer el diálogo. De esa manera, a forma de cierre, dijo: "Queremos que sea todo pacífico".