Gastón Fernández y Mariano Pavone son dos de los jugadores a los que se les vence el vínculo con el Pincha el próximo 30 de junio. Los históricos futbolistas albirrojos no tienen certezas sobre lo que ocurrirá en su futuro y por estos días esperan que se aclare un poco su situación.
El mercado de pases ya dio sus primeros pasos y aunque en el Pincha todo se maneja con sumo hermetismo, todavía no existen demasiados indicios de quiénes serán los refuerzos para la próxima temporada y cómo se darán las renovaciones. En este contexto, con la Gata y el Tanque todavía nadie se comunicó.
El desempeño de ambos durante el último año fue bastante dispar, algo que hace dudar a la Secretaría Técnica y también propio entrenador. Gastón Fernández fue quien más minutos sumó de los dos desde la llegada de Gabriel Milito. Sus características son del gusto del DT, sin embargo eso deberá estar acompañado por una regularidad en su nivel de juego. A los 35 años el hábil número 10 tiene la intención de retirarse en la institución, algo que hasta el momento parece complicado.
Por el lado de Mariano Pavone la situación es bastante similar. Con el delantero tampoco se comunicaron aún para hablar de la continuidad y es algo que de parte del jugador están esperando. El Tanque terminó siendo el goleador del equipo en la temporada, con 5 tantos, a pesar de no haber jugado solo 26 encuentros, siendo titular en menos de la mitad. En este caso, las características del atacante no cuadran a la perfección en la idea del técnico, es por eso que no estaría dentro de las prioridades para Milito.

Tanto la Gata como Pavone, han expresado sus ganas de seguir en Estudiantes y terminar su carrera en la institución. Sin embargo desde la dirigencia siguen analizando la continuidad de ambos y en caso de que llegue el ofrecimiento para continuar después de junio, el mismo traería una merma económica para los futbolistas. Aunque deberán regresar el 14 de junio a los entrenamientos, los dos ídolos y campeones con el Pincha empiezan a escuchar otras ofertas, mientras de reojo aguardan por el llamado de Verón, Alayes y compañía.