En medio de su jornada laboral, un vendedor de la librería céntrica El Ateneo dejó su puesto unos segundos para leer cuentos infantiles junto a un grupo de pequeños en situación de calle. El gesto solidario llamó la atención de una clienta del local, quien no dudo en sacarle una foto al joven mientras era observado atentamente por los chicos. “Al final, cuando no le quedó otra que volver a la caja, les pidió un abrazo a los tres y les dijo que hacía tiempo que no los veía. Al de buzo rojo le dijo que siguiera practicando lectura”, escribió en su muro de Facebook.
De acuerdo a la publicación, los chicos están siempre en la esquina de 9 y 50 y siempre morodeando y cartoneando por esa zona “hasta que terminan curioseando en la librería”. “Ahí no solo los dejan entrar y mirar los libros de la sección infantil sino que por lo que vi se quedan charlando con los empleados”, remarcó.
La secuencia se extendió por 20 minutos, mientras la señora recorría las estanterías de El Ateneo pero, claramente, no pudo desviar su atención de lo que sucedía en el sector para literatura infantil, al punto tal que alcanzó a ver que estaban leyendo una edición de “El Mono Willy”.
“Una señora y yo nos quedamos embobadas, casi incrédulas, cuando se fueron”, cerró el breve pero sentido posteo que, a los pocos minutos de su publicación, tuvo decenas de comentarios y compartidos para celebrar la actitud solidaria del joven vendedor de libros.