El armado de la lista de senadores por La Plata amenaza con convertirse en uno de los frentes internos con disputa dentro de la alianza Cambiemos. El detonante fue la silla en primera fila que ocupó el actual legislador Juan Pablo Allan durante la reunión del gabinete municipal ampliado, lo cual generó el enojo de la pata peronista de la coalición, representada por el "monzonismo". Aunque no fue muy visible durante el encuentro en la República de los Niños, el malestar estalló más tarde cuando se hizo evidente la ausencia de los diputados Gabriel Monzó, Guillermo Bardón y Marcelo Daletto, quienes sí estaban en el arranque.
¿Que pasó con ellos? Se fueron antes del inicio de la reunión cuando notaron que la disposición de los presentes rompía una "lógica equitativa" y Allan se ubicaba junto a los dirigentes nacionales que participaron de la movida, entre los diputados Daniel Lipovetzki y Miguel Bazze (foto). Lo "protocolar" indicaba que los invitados nacionales y los funcionarios municipales ocuparan la primera fila y que los legisladores provinciales y concejales se acomodaran en las sucesivas.
Antes de irse, los tres legisladores hicieron conocer sus malestar. "Los gestos en política son importantes" dejaron trascender, aunque otras voces ligadas con la organización de la jornada alegan que eso no estuvo pensado y que Allan se sentó en esa silla vacía sin que se lo indicaran.
Como sea, la cuestión desnuda las tensiones que se generaron a partir de que trascendió que es muy posible que la gobernadora María Eugenia Vidal le pida al intendente Julio Garro el primer lugar de la lista para alguien de su confianza, el secretario General de la Gobernación Fabián Perechdnik. Eso achica los márgenes de negociación de Cambiemos y traslada la disputa a Allan y Monzó, los dos varones que actualmente ocupan esas bancas y vencen su mandato.
La puja entre lo senadores también se encuadra en un contexto más amplio, provincial y nacional, que tiene al líder de la pata peronista de Cambiemos, el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Emilio Monzó, con un pie afuera de esa coalición. En la Legislatura eso empiezan a registrar réplicas: aunque la situación puede cambiar, las listas seccionales se delinean sin considerar los lugares que pone en juego el monzonismo.
Los alcances que el "desplante" de los tres legisladores tuvo hacia el interior de Cambiemos en La Plata está por verse, pero el gesto generó un disgusto. Queda como secuela que no todos los dirigentes platenses ligados al monzonismo siguieron el mismo camino. Pensando en la Legislatura, la diputada Carolina Piparo, quien coordina con el mismo espacio, decidió quedarse toda la reunión. Lo mismo que Marcelo Leguizamón, el más peronista del gabinete, quien como tal tiene vínculos con Monzó pero a la vez cultiva un perfil propio, con una relación más firme con el garrismo, basada en la gestión.
