"Estamos teniendo un promedio de dos cortes de luz por día desde hace ya mucho tiempo", le dijo Daniel a 0221.com.ar, un vecino de Las Banderitas, una zona de City Bell que está postergada y viene padeciendo estos problemas una y otra vez. La última tormenta acentuó los inconvenientes en estas más de 50 manzanas: hay vecinos que tienen que arreglar los aparatos quemados, tirar la comida podrida y que no pueden hacerse nebulizaciones para tratar su asma.
Los reiterados cortes de luz en Las Banderitas afectan a un total de 50 manzanas comprendidas entre las calles 155 a 160 y 461 a 476, pegadas a Lomas de City Bell. Esto equivale a decir que entre 80 y 100 familias conviven desde hace meses con un "prende y apaga" constante, aunque con la diferencia de que esto no es un show televisivo conducido por Sergio Lapegüe.
Un grupo numeroso de vecinos de este punto de La Plata vive derrotado. Cada vez que se viene una tormenta sabe lo que va a ocurrir y es más, ya no solamente se les corta la luz producto de los chaparrones, sino que el problema es habitual haga frío, calor, truene o brille el sol. "No sé si el tendido será de mala calidad, pero siempre pasa lo mismo. Seguramente es falta de inversión", pensó Daniel, un hombre que es asmático y no depende del servicio eléctrico para hacerse una nebulización.
"Cuando se corta nuestro suministro también se corta en Colonia Urquiza. En este momento están sin luz ahí, yo fui a llevar a mi mascota al veterinario y me dijo que estaban sin servicio desde hacía varias horas. Todos los días se les corta dos veces por día", describió en diálogo con este portal.
El padecimiento data desde el año pasado y fue acentuado durante el último verano, que todavía no terminó. "Y tanto en Colonia Uquiza como en nuestro barrio no hay suministro de agua potable. Dependemos de las bombas que funcionan con electricidad, o sea que cada vez que nos quedamos sin luz también nos quedamos sin agua", agregó.
Los vecinos comentaron que realizan los reclamos correspondientes a Edelap pero "no contestan o ponen una máquina, es lo habitual". "Somos el último orejón del tarro, debemos ser el último lugar de la red y por lo tanto los últimos a los que nos reestablecen el servicio", se resignó además.
Se trata de tan solo una historia más de vecinos de la ciudad que sufren los interminables cortes de energía semanales, mientras las tarifas continúan subiendo casi sin tope.