Dos hombres fueron encontrados este sábado asesinados de 11 balazos a metros de un arroyo de la localidad bonaerense de Bernal Oeste, partido de Quilmes. Por estos momentos se intenta establecer si los mataron en el marco de un ajuste de cuentas.
Dos hombres fueron encontrados este sábado asesinados de 11 balazos a metros de un arroyo de la localidad bonaerense de Bernal Oeste, partido de Quilmes. Por estos momentos se intenta establecer si los mataron en el marco de un ajuste de cuentas.
El hecho tuvo lugar en una vivienda ubicada en el límite entre Lisandro Olmos y Etcheverry. La mujer y su bebé se encuentran en buen estado de salud.
Dos vehículos colisionaron brutalmente en el centro de La Plata y ambos protagonistas fueron trasladados a distintos hospitales para recibir atención médica.
Un vecino informó al 911 la presencia de los dos cuerpos y policías de la comisaría 7ma. de Quilmes acudieron al lugar, donde encontraron los cadáveres tirados boca abajo sobre el asfalto de la calle Mauriño, aparentemente sin signos vitales, por lo que solicitaron una ambulancia del Sistema de Atención Médica de Emergencias (Same).
El médico del SAME constató la muerte de ambas víctimas, dos masculinos, uno de 33 años y otro de 23. Uno de ellos había recibido seis balazos y debajo de su cuerpo se encontró una pistola casera de tipo “tumbera”, que fue secuestrada por los uniformados. Mientras que el otro tenía cinco disparos de arma de fuego en su cuerpo.
Interviene en la causa la fiscal Mariana Curra Zamaniego, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 del Departamento Judicial de Quilmes, quien se hizo presente en el lugar y ordenó que se preservara la escena del crimen, la presencia de peritos de la Policía Científica, y que se trasladen los cuerpos a la morgue judicial para realizar las autopsias.
El personal de la Policía Científica encontró en la escena del crimen una vaina servida calibre 9 milímetros, un plomo encamisado, y además extrajeron muestras de ambos cadáveres para realizarlas pruebas de dermotest.
Según los testimonios recabados a los vecinos, estos dieron cuenta de que antes del hallazgo de los cuerpos escucharon el sonido de un choque entre vehículos -coincidente con un derrape de metal encontrado sobre la cinta asfáltica- y luego las detonaciones de armas de fuego.
En tanto, de acuerdo a la modalidad del crimen y a las actividades que se dedicaban, según manifestaron los propios familiares de las víctimas, los investigadores creen que se trató de un ajuste de cuentas.