Luego de la aparición del mono en Ringuelet, otro insólito avistaje de un animal tuvo lugar en las inmediaciones del Parque Pereyra Iraola. El hecho ocurrió el martes, cuando dos amigos amantes de las motos decidieron aprovechar su franco y dirigirse por el camino Centenario hasta Villa Elisa.
Una vez allí se adentraron al Parque Pereyra por la entrada de la Estación de Cría de Animales Silvestres (ECAS), que se encontraba cerrada, y siguieron por una calle de tierra paralela al Centenario, hasta toparse con un puente por el que debajo corría uno de los arroyos del lugar.
Según Tomás Mun, uno de los protagonistas de esta historia, él y su compañero decidieron frenar un instante en ese puente, para fotografiar las motos y el arroyo. En ese momento oyeron un fuerte aleteo y al darse vuelta vieron ni más ni menos que un Tucán que se aproximaba directamente hacia ellos.
“Se me vino el Tucán encima”, relató Tomás, que además afirmó que dudaron unos instantes sobre lo que estaban viendo. “Al principio no la creíamos, pero el bicho se paró en el puente y lo pudimos observar bastante, no cabía dudas de que era un Tucán”, agregó. El joven también contó que unas personas pasaron por el lugar y le ofrecieron al Tucán unas moras: "El tipo se las comió y nunca intentó atacar ni nada, estaba muy manso".
Efectivamente, el ave de color negro y blanco con un pico naranja y ojos azulados que se paró con estos dos jóvenes era un Tucán, una especie que no suele verse en el Parque Pereyra y mucho menos en La Plata.
De hecho, los tucanes son aves sedentarias que no suelen migrar, y además no son solitarias sino que por lo general andan de a dos o en pequeños grupos, por lo que resulta extremadamente extraño ver esta especie en esa zona y en soledad.