El juicio oral por la violación, malos tratos y muerte de una menor de edad que conmocionó al país y debía comenzar este jueves en La Plata se suspendió debido a que la fiscal a cargo del debate se recupera de una reciente operación y está con carpeta médica.
Se trata del caso de la menor de tres años de edad, Mía Aguirre, quien murió luego de pasar un mes en coma en el Hospital de Niños de La Plata donde fue internada de urgencia, derivada desde el hospital de Berisso.
La acusación está en manos de la fiscal Silvina Langone, quien fue operada de urgencia y está con carpeta médica. Ante este panorama desde el Tribunal Oral Criminal I de La Plata se determinó la reprogramación del juicio con fecha a determinar.
La abuela de la menor será una de las primeras personas en declarar cuando comience el debate. Su relato será central ya que contará a los jueces la historia vital de la niña, su pelea en sede judicial para lograr la guarda y tenencia y los malos tratos que recibía por parte de los acusados.
Por el hecho serán juzgados Cecilia Cabrera y Sergio Argañaraz, madre y padrastro de la víctima, quienes fueron procesados por la fiscal Virginia Bravo y los indagó por los delitos de “lesiones graves doblemente agravadas por el vínculo y por alevosía, homicidio doblemente calificado por el vínculo y la alevosía y abuso sexual con acceso carnal doblemente agravados, todos en concurso real entre sí”.
El 20 de agosto de 2014 la menor fue ingresada en el Hospital de Niños de La Plata por su madre. Dijo que se desmayó luego de un golpe producto de una caída de juego infantil, pero las pericias demostraron lo contrario. La menor había sido violada y brutalmente agredida a golpes de puño.
Detrás de la historia de la niña emerge la lucha de su abuela por la tenencia y crianza de la niña. La mujer había denunciado los malos tratos que sufría su nieta. La causa estuvo en el Juzgado Protectorio de Familia 5 de La Plata, a cargo de Hugo Rondina, cuya actuación en este expediente fue criticada por la familia. La abuela de la nena oportunamente culpó al juez de familia de no haber hecho nada ante sus denuncias las que acompañó incluso con fotografías para mostrar el maltrato que Mía sufría.