"Estoy cansada de ir a la comisaría y que no pase nada", escribió en su muro de Facebook María Soledad, una mujer que vive en la zona de El Mercadito en nuestra ciudad y decidió denunciar quiénes son los que venden droga a los chicos del barrio. Entre los que compran y consumen se encuentra su hijo.
"Mi hijo está cada vez peor por esos basuras que venden droga", dijo y entonces agregó con mucho valor: "Decidí escracharlos".
El intendente de La Plata, Julio Alak, dio inicio a un plan que prevé 40 nuevas cuadras, mejoras hidráulicas y la reparación de 2.500 luminarias en Hernández.
El congreso de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) rechazó la oferta por "insuficiente" y anunció una medida de fuerza.
Así fue cómo la mujer enumeró las casas en donde, según su propia investigación, hay un grupo de personas en aquella zona de La Plata que comercializa droga. Llegó a esta conclusión tras seguir a su propio hijo.
"Venden droga en el barrio, la bajada en 527 y 121 y 122, uno al que le dicen el Paisano Pitu y la mujer se llama Marcela", comenzó. "En la casa de al lado también venden, se llama Omar, está teñido de rubio. Cuando llegás a la esquina y doblás, eso sería 122 entre 527 y 526; hay dos casillas a mitad de cuadra pintadas del mismo color celeste, una enfrente de la otra, uno se llama Juancito y al otro le dicen Juan de Lomas", continuó.
"En la esquina de 526 y 122 vende la Naty; al marido le dice Jesu o algo parecido. Después vende uno al que le dicen el Toto, que está en 526 entre 121 y 122. Después en 525 bis entre 121 y 122 está el Gordo Matías; después está en la misma cuadra uno que le dicen el Monchi y el padre el Rengo Ramón", agregó.
En este sentido, detalló que "a todos estos les proveen la droga unos paraguayos que viven en 527 y 121, es una casa de dos pisos que están haciendo. Al tipo le dicen Cacho, la mujer se llama Lucre, al hermano de ella le dicen Nito y uno se llama Julito". "Todo esto yo lo vi siguiendo a mi hijo y saqué fotos para hacer la denuncia pero no me hacen caso", cerró con resignación.