La licencia pedida por el presidente del Concejo Deliberante Fernando Ponce tiene una derivación imprevista en la interna de Cambiemos La Plata. El muy posible regreso a la ciudad de Natalia Vallejos, la ex jefa de Gabinete del intendente Julio Garro que abandonara la gestión y la capital bonaerense tras ser desplazada de su cargo en diciembre de 2017.
Como parte del garrismo puro, Vallejos mantenía en ese espacio una relación tirante con el propio Ponce, quien como hombre fuerte de Cambiemos en varios territorios, pudo haber tenido que ver con su desplazamiento. Las vueltas de la política hicieron que ahora, por haber sido la primera suplente en la lista de concejales de Cambiemos, pueda ingresar en su reemplazo.
Lo cierto es que la ex funcionaria, que admitió en diálogo con 0221.com.ar que está “dispuesta a aprovechar la oportunidad” de volver al ruedo, se alejó herida de la función pública, sin aceptar el cargo de secretaria privada que en ese momento dejaba vacante la ahora concejal Julieta Quintero. Y de algún modo enemistada políticamente con Oscar Negrelli, quien como secretario de Coordinación Municipal absorbió sus funciones.
La irrupción de Vallejos sorprende a propios y extraños, ya que desde que regresara a Eldorado (Misiones), su ciudad de nacimiento, cortó prácticamente todos los lazos con su actividad política en La Plata. En 2018 fue madre y se asentó con su familia en aquellas tierras. Y cuando el bloque requirió recurrir a los suplentes la que juró fue la segunda en la lista, la radical Alicia Beltrami.

Ahora se creía que iba a repetir la historia, pero Vallejos vio en la salida de Ponce una oportunidad para rehacer su carrera política en la ciudad. Y así lo admitió después de haber recibido la notificación de que es quien está en condiciones de asumir lo queda del mandato: hasta diciembre de este año, salvo que el presidente decida interrumpir la licencia antes.
“Tengo 48 horas para responder la notificación y en principio estoy dispuesta a aceptar el cargo”, dijo Vallejos desde El Dorado a este portal. E informó que ya se puso en contacto para expresar esa intención.
Lo que podría frenarla es el desarraigo o desarmar los proyectos personales y familiares encarados en el último año en su lugar de nacimiento. Sin embargo se mostró dispuesta a hacerlo. “Trabajé tanto para que Cambiemos sea gobierno en la ciudad que considero muy positivo hacerlo durante este año desde la banca”, agregó.
Y resaltó que en su regreso, en caso de que se confirme, su deseo es “lo mejor para la gestión” del intendente Garro.

EL IMPACTO EN LA INTERNA
Como una de las mujeres que intentó cultivar un perfil propio dentro de la coalición gobernante, la llegada de Vallejos podría impactar en la vida interna del bloque de concejales, el cual seguirá al mando del radical Claudio Frangul. Dependerán del perfil que ella cultive desde su banca las posibilidades de que pueda retomar o no una carrera política que hasta ahora parecía dejada a un lado.
Empezó su relación política con Garro cuando éste era diputado provincial. Fue relatora en la Cámara baja bonaerense y siguió ligada durante la campaña por la intendencia.
Ese trabajo decantó en que cuando asumió como jefe comunal Garro la eligiera, primero como candidata a concejal primero y después como jefa de Gabinete. En los dos años que estuvo en la gestión desarrolló un trabajo territorial en Los Hornos, incluida la delegación, donde además sostuvo un acuerdo político y buena relación con el actual secretario de Seguridad, Darío Ganduglia.

También logró que su sector manejara algunas áreas importantes, fundamentalmente en la Secretaría de Economía, donde acercó el nombre de Pablo Gorosito. Lo mismo con Miguel Piperino en el área de Compras y Alejandro Laberne en Tesorería.
Su posición política en la interna del PRO empezó a quedar comprometida, primero por su mala relación con Ponce, y después con la decisión de Garro de incorporar a Negrelli en un rol de coordinador general de Gabinete y desplazar a Gorosito del área de Economía. La oferta de continuidad para ella fue la secretaría privada. Su decisión fue no aceptar y emprender otros caminos.
Una coyuntura política impensada le otorgan ahora una segunda oportunidad y ella está dispuesta a aceptarla. Si lo confirma, el martes jurará al asumir como concejal y se insertará en una bancada todavía convulsionada por la licencia de uno de sus principales referentes.