Tal vez atraídos por cómo son representadas en dibujitos animados y en películas de ciencia ficción, las plantas carnívoras son un misterio: muchos tienen la fantasía de encontrarse con una especie de mutante verde que persigue animales para cazarlos y torturarlos en cámara lenta, matarlos y comerlos. No es tan así, pero cautivan del mismo modo. Y en La Plata se cultivan y se comercializan en ferias que cada vez son más concurridas.
Todos los segundos domingos de cada mes, en un pequeño puestito en plaza Malvinas, Nicolás Colombo ofrece en macetas las distintas especies que produce desde el año 2011. Es un platense que se interiorizó desde hace varios años en este mundo vegetal que paulatinamente va sumando adeptos. Actualmente ofrece 50 variedades distintas de diferentes géneros. Promediando agosto, están disponibles las Drosera, Dionaea, Sarracenia, Cephalotus, Nepenthes, Stylidium y Utricularia.
"La disponibilidad de plantas es variante a lo largo del año, ya que algunas durante la época de frío entran en un período llamado hibernación, en el cual no son tan vistosas y no están a la venta. Pero en primavera y verano, cuando todas están creciendo y forman sus trampas, estamos llevando unas 15 o 20 especies diferentes. Cada año tratamos de sumar alguna nueva, dependiendo de lo que logremos cultivar y lo que más solicite la gente", le dijo Colombo a 0221.com.ar.
Las hay de distintas formas y tamaños. Pero todas tienen hambre, y eso es lo que más llama la atención: atrapan moscas, mosquitos, hormigas y hasta cucarachas. Cada una tiene distintos métodos para cazar y verlas en acción es realmente muy interesante.
"La que todos desean tener es la Venus atrapamoscas (Dionaea muscipula), una planta carnívora nativa de Estados Unidos, muy conocida gracias a los documentales y películas. Tiene una trampa con forma de boca con dientes, en cuyo interior se disponen varios pelos sensitivos que causan un cierre instantáneo al detectar movimiento, pudiendo así atrapar toda variedad de insectos que se ven atraídos por su color rojo y el néctar que genera. Si bien sólo se conoce una especie, hay diferentes cultivares con variedad de colores y formas de sus trampas", describió el cultivador.
Tener una planta carnívora requiere de cuidados especiales. Pese a que crecen en diferentes climas, zonas frías o cálidas, con pocas o muchas lluvias, lo que tienen en común es que en su hábitat carecen de algún nutriente indispensable para crecer. Por eso fueron modificando sus hojas en forma de trampas, para poder capturar insectos y tomar de ellos lo que no pueden absorber del suelo a través de las raíces.
En ese sentido, Colombo explicó que estas plantas "en general necesitan suelos ácidos (con turba o pinocha), bastante sueltos y pobres en minerales; también es importante el riego, ya que la mayoría de las especies necesitan agua en abundancia, preferentemente de lluvia o destilada. En cuanto a la luz hay especies que toleran el sol directo y otras que prefieren mediasombra. Lo mismo con la temperatura, algunas están adaptadas al frío y otras prefieren calor durante todo el año".
Entre la gran variedad de especies, él prefiere las del género Drosera, conocidas como "rocío de sol". "Es una planta que crece en todo el mundo y genera en sus hojas gotitas de una sustancia pegajosa, que atrae a los insectos y los deja pegados para luego digerirlos mediante enzimas, y así absorber sus nutrientes. Hay variedad de formas, colores y tamaños: las más chicas se conocen como pigmeas, toleran el frío e incluso se reproducen con bajas temperaturas (hay una llamada Drosera uniflora que crece en Tierra del Fuego); mientras que otras pueden tener un gran desarrollo lo cual les permite capturar muchos insectos. Hace seis años fue descubierta la más grande al sur de Brasil (Drosera magnifica), pero una que me gusta es la Drosera binata de Australia, la cual alcanza un gran tamaño pudiendo capturar más de 50 mosquitos cada planta", detalló.
Lo curioso es que entre todas las plantas carnívoras que uno puede encontrar en la feria de plaza Malvinas, hay una que es igual de platense que Gimnasia, Estudiantes, las diagonales y la Catedral. "En La Plata tenemos la Utricularia platensis, una pequeña planta carnívora de vistosas flores amarillas, que fue identificada por Carlos Spegazzini en 1899, en la localidad de Bavio. Es acuática y tiene unos sacos llamados utrículos, los cuales capturan pequeños peces, larvas de mosquitos y de otros insectos", contó Colombo. Es más, aseguró haber visto hace tan solo un par de meses en plaza Moreno una especie de protocarnívora, ya que captura insectos pero no absorbe nutrientes de ellos: se trata del "cuerno del diablo" (Ibicella lutea), llamada así por la extraña forma de su fruto.
Para alimentar aún más esa especie de morbo que muchos tienen cuando imaginan a una planta carnívora en su hábitat y con hambre, el especialista de la región le comentó a este portal que "en Oceanía y sur de Asia encontramos un género de plantas carnívoras llamado Nepenthes, conocido quizá por muchos por el pokemon Victreebel. Estas plantas suelen crecer en medio de la selva, enredándose en los árboles y generando unos jarros de hasta 3 o 4 litros de capacidad. Ese enorme tamaño les ha permitido capturar ratas, lagartos, ranas, aves y toda clase de animales vertebrados. También se ha descubierto una especie de murciélago los usa para esconderse, y una musaraña que se alimenta de las sustancias dulces que produce el jarro y a cambio le deja sus excrementos con los cuales se fertiliza".
Por lo pronto, las plantas de nuestra ciudad son más terrenales, pueden decorar el balcón, una ventana o el jardín de cualquier casa y, si bien no comen reptiles ni mamíferos como en otras partes del planeta, sí están dispuestas a combatir de forma natural alguna visita indeseable, como moscas, mosquitos y cucarachas.