El 6 de julio de 2006, la justicia Penal de La Plata ponía fin a un conflicto judicial que tuvo como protagonistas a un comerciante y al futbolista Juan Sebastián Verón, quien pasó de acusado a víctima.
El 6 de julio de 2006, la justicia Penal de La Plata ponía fin a un conflicto judicial que tuvo como protagonistas a un comerciante y al futbolista Juan Sebastián Verón, quien pasó de acusado a víctima.
La denuncia se inició en el año 2000 en el fuero Civil, donde Norberto Russo se presentó para cobrar un supuesto pagaré que le había firmado la entonces estrella de la Lazio de Italia. Pero Verón aseguró se trató de una mentira y su contragolpe judicial fue una denuncia en sede penal por estafa. El monto en disputa era de 350 mil pesos. En ese momento, nada menos que 350 mil dólares.
Juan Sebastián Verón volvió a manifestarse en sus redes sociales para mandar una frase que llamó la atención, y que tiene como origen el cine de Hollywood.
Juan Sebastián Verón resaltó la importancia del título del mundo conseguido por Estudiantes en Old Traford en el año 1968.
Luego de varios años de litigio y ante el avance de la causa penal, la supuesta víctima, acorralada, aceptó que se trató de un intento de engaño a Verón, quien utilizó la firma de un autógrafo para simular un pagaré. La maniobra fue descubierta por una pericia oficial solicitada por la defensa del Verón.
Ante la evidencia, el procesado Russo aceptó su responsabilidad y solicitó una suspensión de juicio a prueba (instituto legal conocido por su denominación anglosajona “probation”). Además debió indemnizar al futbolista, monto que fue donado a una entidad de bien público de La Plata.
En una audiencia del proceso, la defensa de Russo había propuesto la suma de "diez pesos" como resarcimiento económico, pero tanto el futbolista como el Tribunal Oral Criminal IV de La Plata, la rechazaron de plano por "irrisoria".
La causa llegó a esa instancia luego que el fiscal de instrucción Marcelo Romero dio por acreditado que el comerciante platense "tuvo la intención de defraudar a Verón y obtener un rédito económico en perjuicio de la víctima, no concretando sus objetivos por razones ajenas a su voluntad".
En su dictamen la fiscalía puntualizó también que "en pos de su espurio objetivo, el ex comerciante, contando con una firma y su respectiva aclaración estampadas por Verón en un pliego, habría extendido en dicho efecto un documento perjudicante para el patrimonio de quien consignara esa firma, cual es un pagaré por 350 mil dólares, aprovechando los espacios en blanco dejados en el folio".
El documento en cuestión había sido presentado para su cobro el 12 de abril de 2000, luciendo el mismo como fecha de vencimiento el 16 de noviembre de 1999 y de emisión el 16 de julio del mismo año en la ciudad de Buenos Aires, pero para ese período, la víctima estaba jugando en el fútbol italiano. Lo comprobó mostrando su pasaporte.