Por Martina Mozo
Por Martina Mozo
Parece que ya son historia los viejos puestos donde solo se encontraba diarios y revistas o donde la gente se amontonaba para conseguir esa edición limitada de la colección que tanto querían completar. Es que claro, el avance de la tecnología dio más facilidades a los usuarios que con un solo clic tienen la posibilidad de leer y experimentar lo que deseen. La contracara de esta situación pasa por los dueños de los puestos, los famosos “canillitas”, que intentan sobrevivir y defender su fuente de trabajo.
El intendente Julio Alak suscribió el convenio del programa anunciado por Axel Kicillof que incluye a La Plata para comprar patrulleros, cámaras y nafta.
Tras el conflicto entre relacionado con la interna de UOCRA que terminó con seis heridos, el personal del hospital de Gonnet hizo un abrazo y emitió un mensaje.
“A veces sale y otras no se vende nada, estamos cada vez peor”, contó a 0221.com.ar la empleada del puesto ubicado en esquina 8 y 50. La gran mayoría de los kioscos de revistas optó por agregar otros artículos y así incrementar las ventas. “Se venden mayormente las colecciones de autos”, agregó otro trabajador del tradicional puesto de 8 y 49, donde también vende figuritas, álbumes, stickers, chapas personalizadas y llaveros.
En ese marco, el secretario general del Sindicato de Canillitas de La Plata, Carlos Palacios, se mostró preocupado por la situación: “Se ha profundizado el problema con los medios digitales hace dos o tres años, todavía no llegamos al pico máximo”, explicó a 0221.com.ar y consideró que aún no se tocó fondo, porque muchos medios todavía se encuentran en pleno proceso de digitalización de sus productos. El ejemplo que mencionó Palacios es el del diario “La Nueva” en Bahía Blanca, que dejó de imprimirse diariamente y sólo lo hace ciertos días.
“Lo que más agrava la situación es que se está perdiendo la lectura en papel, ya que exige más trabajo, más búsqueda e investigación que lo digital”, agregó el líder gremial, en alusión a la caída de las ventas.
Lo cierto es que en La Plata existen alrededor de 250 puestos y si bien la creciente digitalización todavía los golpea, no se registró el cierre de los negocios ya que todos están respaldados por la Cooperativa de Vendedores de Diarios y Revistas de la ciudad, lo cual les da un margen para seguir subsistiendo. No corrieron con la misma suerte otros puestos a nivel nacional que dependen de organismos privados y debieron cerrar sus puertas ante la crisis.
En un intento por mejorar su realidad, que resulta fuente de trabajo para miles de personas, se llegó a un acuerdo entre el Ministerio de Trabajo Nacional -a cargo de Jorge Triaca- y el Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas de Capital Federal y Gran Buenos Aires (SIVENDIA), a partir del que los puestos de diarios podrán “funcionar como un correo” o “servicio de paquetería”. La idea es que puedan recibir y entregar paquetes, correspondencia y productos comprados por Internet, además de entregar tarjetas de crédito y débito, documentos de identidad y pasaportes. “No sabemos cuándo comienza a regir porque falta que se publique en el boletín oficial y luego realizarán un registro nuevo para que se inscriba quien quiera, ya que no es obligatorio”, reveló Palacios.
“Estaba al tanto de la nueva reforma, está bueno porque bajó la venta de diarios y revistas, en mi caso consumo más digital”, aseguró quien atiende el puesto de 7 y 50, donde también cuentan con el servicio de la recarga de la tarjeta Sube y Carga virtual, para atraer más clientes.
La sustentabilidad de los negocios bajó notablemente tras la caída de los diarios y las revistas, es por eso que deben adecuarse a los cambios tecnológicos sin que eso genere su desaparición. “Se venden más juguetes que otra cosa, hace rato acá incorporaron más cosas”, explicó a este medio la joven detrás del mostrador de 7 y 51, mientras señalaba las estanterías pobladas de juguetes y cosas para niños.
Mientras muchos eligen sumar otros productos a la venta para garantizarse mejores ingresos, el nuevo sistema que busca implementar el Gobierno se instala como una buena solución.
Quienes quieran hacer uso de esta nueva herramienta, podrán incorporar para su venta, distribución o entrega toda clase de libros, material de lectura y escritura, coleccionables, álbumes de figuritas, figuritas, banderines, postales, pines, escarapelas, banderas, láminas, llaveros, juguetes pequeños, tarjetas de regalo y souvenirs; accesorios para celulares, memorias y afines, DVDs y CDs; podrán sumar los servicios de recarga de tarjetas SUBE y celulares; y podrán vender y entregar entradas de espectáculos, actividades culturales y turísticas con posibilidad de imprimirlas en el momento.
Del mismo modo, tendrán acceso a ciertas prestaciones para la comunidad tales como el cobro de estacionamiento público medido en sus distintas modalidades de uso y pago; la realización en los puntos de venta de encuestas públicas y privadas; el cobro electrónico de servicios, impuestos y afines; y la impresión de formularios de reparticiones públicas o privadas (como AFIP, AGIP, ARBA, multas de tránsito y libre deuda), entre otras posibilidades.
Mientras el mundo de las computadoras y los celulares avanza con velocidad, los comerciantes hacen todo a su alcance para salir a flote. En un presente donde mirar una pantalla resulta más fácil que observar un papel, el futuro no parece nada sencillo. Los canillitas, sin embargo, no se dan por vencidos y dan pelea por su oficio y tradición.