jueves 30 de octubre de 2025

Sergio Dopazo, de capitán de Gimnasia al fútbol senior y manejar camiones

Exfutbolista profesional, referente del primer equipo de Gimnasia de Carlos Griguol y papá de Josefina de 15 años, hoy está instalado en su Chacabuco natal. Amante del fútbol, la pesca y los buenos asados. Conocé a qué se dedica hoy en día.

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¿Qué es de la vida del Cabezón? Nos lo cuenta el propio protagonista de esta historia. “El fútbol nunca se fue de mi vida, aunque cambié de posición. Hoy soy delantero de un equipo de senior (Pinturerías del Centro) que juega un torneo comercial de 8 equipos acá en Chacabuco. Y mal no me va (risas). Salí goleador en los últimos cinco o seis campeonatos”. Así es como se describe el propio ex Tripero en la actualidad. 

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“Del fútbol a pesar de mis kilos de más no me puedo alejar, es más fuerte que yo. Estoy vinculado a la peña ‘La 12 de Chacabuco’ que es de Boca y tiene relación con uno de los vicepresidentes del club. Participo de partidos a beneficio, ayudamos y despuntamos el vicio de jugar”, contó el Dopa en un mano a mano con 0221.com.ar

El próximo 8 de noviembre Dopazo cumplirá 50 años y Gimnasia es parte importante de su vida. Llegó al Lobo en 1985 y estuvo 10 años, hasta que jugó su último partido con la camiseta mens sana el 17 de diciembre del 95.

Su tarde más recordada fue el 11 de junio de 1995 cuando el equipo de Timoteo derrotó en el Bosque a Argentinos Juniors por 3 a 1 y ese día anotó los tres goles de penal en menos de 15 minutos, entre los 36 y los 44 del segundo tiempo. Ese partido tuvo un polémico arbitraje de Luis Oliveto y su asistente número 2, Claudio Rossi.

Con esa victoria, el Lobo pasó a la punta del torneo, con una unidad de ventaja sobre San Lorenzo y a dos fechas del final hasta que llegó aquella dramática tarde del 25 de junio con los duelos de Gimnasia frente a Independiente y el Ciclón ante Central.

Mucho se habló con el correr del tiempo de aquella tarde y Dopazo, en su momento, confesó para el programa televisivo “Fuera de Juego”: “Nos trataron de vendidos, se dijeron muchas pavadas. Teníamos la posibilidad de entrar en la historia del club y no pudimos. Nos hacían un monumento, era imposible cambiar esa gloria”.

El Dopa también remarcó: “Mirá cual sería nuestra amargura que en el vestuario no habló nadie. Yo me puse un camperón, la capucha y me fui caminando a mi casa entre la gente, sin bañarme. No lo podía creer”.

Ahora, en Chacabuco, el excapitán señaló tiene una empresa de transporte de camiones: "Trabajamos para un importante molino de la zona y nos dedicamos al movimiento interno de cereales. Muchas veces soy uno de los que se sube a los camiones y manejo”, contó.

Atrás quedó el amor por los coches de carrera para vivir una vida más tranquila. Los fines de semana los aprovecha para compartir con la familia y los amigos. Además, le gusta la pesca y bien seguido enfila para las lagunas de Junín, a la Picasa y a Villa Cañás. "Nos embarcamos y se pasan buenos momentos”, lanzó el Dopa.

El Cabezón debutó en Gimnasia el 10 de abril de 1988 ante Bánfield. Jugó 245 partidos con la camiseta del Lobo y anotó 14 goles, de los cuáles 12 fueron de penal (5 se los hizo a Argentinos Juniors).

Dopazo no se olvida de la ciudad y del Lobo a pesar de los 265 kilómetros de distancia con Chacabuco: "Es imposible olvidarme, viví una linda parte de mi vida ahí, tengo amigos. Estuve en Estancia cuando inauguraron la cancha de sintético que donó el Colo Reina y estoy anotado para jugar para el senior, aunque todavía no pude ir”, manifestó el exjugador.

Defensor aguerrido, buen ejecutor de penales, camionero, goleador en veteranos, amante de la pesca, los asados, la familia, los amigos y la vida tranquila. Así está Dopazo cerca de los 50, con su buena onda, los recuerdos que no se borran y luchando cada día.

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