viernes 16 de mayo de 2025

"Pegué un grito sacado": el relato del platense que vio el partido en un bar rodeado de franceses

En diálogo con 0221.com.ar, un joven de la ciudad que está viviendo en aquel país desde hace 5 años contó cómo fue ver en soledad la eliminación de la Selección en un pequeño pueblo al noroeste galo. "Me miraban mal, pero después terminó todo bien", relató entre risas.

--:--

"En el penal de Griezmann los franceses festejaban y yo me agarraba la cabeza, ahí empezaron a sospechar", comenzó su relato Nahuel Torras, un platense que vive en Douarnenez, una pequeña ciudad al noroeste de Francia. Fue el único argentino que presenció la eliminación del equipo de Jorge Sampaoli en un bar, rodeado de hinchas locales con las caras pintadas, eufóricos por los goles de Mbappé. "Empezaron a mirarme mal y yo pedí perdón", contó en diálogo con 0221.com.ar. Pero todo terminó bien, con los galos felicitándolo porque "fue un buen partido".

Lee además

Nahuel hace cinco años que se fue de La Plata y emprendió su aventura en tierras francesas junto con su novia, que es de allá. Al principio se instalaron en Rennes, en donde ella estudiaba. Allí empezó a hacer un máster, hasta que se mudaron al sur de la costa bretona. "Ahí nos vinimos primero al medio del campo y luego a otra ciudad, que es más grande y con cierta movida, que es Douarnenez, que es donde estamos viviendo actualmente", dijo el hincha de Gimnasia de 32 años, que hace trabajos como freelancer de diseño e ilustración para clientes de Argentina, Estados Unidos y, desde hace poco, del ámbito europeo.

Douarnenez es una ciudad de poco más de 15 mil habitantes, que pertenece al departamento del Finisterre, en Bretaña. Tiene un importante puerto pesquero y deportivo sobre la bahía que lleva su mismo nombre: Bahía de Douarnenez. "Hoy me tocó ver acá este partido que no nos esperábamos. Fui a un bar de la ciudad que estaba lleno de gente, con dos pantallas. Empezó con el penal y la gente festejaba y yo me agarraba la cabeza, y ahí empezaron a sospechar", relató entre risas.

"Ellos meten el gol y todo el mundo estaba gritando y yo insultando; y con el gol de Di María pegué un grito totalmente sacado, me salió de adentro, esa cuestión genética que tenemos medio enferma con estos partidos", continuó. "Yo no estaba teniendo intenciones de joder a nadie pero algunos se lo tomaron a mal, empezaron a mirarme mal, con mala cara, yo pedí perdón", agregó, recordando la preocupación del momento, que no pasó a mayores porque luego Francia dio vuelta el partido en pocos minutos.

"En el tercer gol de Francia ya se sabía cómo iba a terminar la cosa, y estaban todos festejando y se olvidaron de mí", se resignó. "Creo que hubiese sido diferente si hubiese sido un francés en un bar lleno de argentinos, al revés, la hubiese pasado muy mal", imaginó.

Ese rincón de Francia no es muy futbolero, según su relato, pero igualmente este sábado se vivió una fiesta, lamentablemente para los argentinos, y para él, el único presente en aquella zona.

"Cuando terminó el partido, algunas de las caras más hostiles, incluso con las caras pintadas de la bandera francesa, me miraban más tranquilos, como cómplices, me decían ´buen partido, bien jugado´", detalló quien hace cuatro años vivió una experiencia similar, con la final del Mundial de Brasil. Allí también fue a ver el partido a un bar francés, pero con la diferencia que muchos franceses hinchaban por Argentina. En esa ocasión él se encontraba en Rennes, "y como es una ciudad universitaria que tiene muchos estudiantes que habían estado estudiando en Argentina, hinchaban por nosotros".

"A pesar del resultado fue una linda experiencia", cerró Nahuel, que al momento de charlar con este portal estaba a punto de cocinar. Eran las 22:30 y según describía, aún parecía de día. "Es como una noche de verano en La Plata, a eso de las 20 horas", comparó. Horas antes, decenas de franceses eufóricos festejaban descontrolados el 4 a 3 al grito de "allez les bleus", mientras un platense ponía el pecho y, al menos por un rato, intentaba sobreponerse al vendaval azul, como Messi y compañía en Kazan.

Dejá tu comentario

Las más leídas

Te puede interesar