martes 03 de diciembre de 2024

Gas pimienta, vidrios rotos y el beso de una famosa: hablan las paredes de Cubata

El mítico bar no logró sobrevivir al boom cervecero y cerró tras quince años. La tristeza de toda una generación que vivió con la alegría la noche platense.

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Por Martín Arrúa

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Hace diez años, los jóvenes platenses tenían una cita casi obligada con la esquina de 11 y 50. Los empleados del bar no entendían el fenómeno “simbiótico” que ocurría con Wilkenny, la competencia. Según explican, a pesar de que eran "rivales comerciales", si uno se llenaba el otro también lo hacía.

Las paredes de Cubata hablan y todavía cuentan con melancolía las veces que se armaban filas interminable para ir al baño o los días en los que no cabía un alfiler. Las colas de hombres y mujeres que se formaban en la puerta y soportaban cualquier vendaval con tal de ingresar al lugar.

“La gente era fiel a Cubata. Había algo que unía a la gente con el bar y eso era irrompible”, le dijo Esteban a 0221.com.ar, quien trabajó once años como operador de sonido. Y sostuvo: “Recuerdo la época que tiraron gas pimienta como tres o cuatro veces. Lo más loco era que la gente salía, esperaba media hora y volvía entrar. Eso era la fidelidad”.

En el terreno de los famosos que asistían al bar, todos los presentes lograron divisar el beso de una reconocida cantante argentina con otra mujer. El humo del cigarrillo no ofrecía la mejorar visibilidad pero todos se sorprendieron al ver de quién se trataba.

Al igual que la gran mayoría de todos los locales nocturnos, Cubata atravesó épocas complicadas por las peleas que se desarrollaban allí dentro. Durante el año 2009 y 2010, se volvió una moneda corriente y los dueños decidieron que había que hacer algo.

El cambio de los vidrios del frente se transformó en un gasto semanal y las sillas siempre terminaban en la espalda de algún patovica que intentaba parar el pleito. Ante estas situaciones, los dueños se vieron obligados a eliminar la botella de cerveza de litro, al tiempo que aumentaron los precios para evitar las borracheras.

“La verdad que se tuvo que llegar a eso pero funcionó. Era una época en que la gente que iba se peleaba por cualquier cosa, el aumento del precio del alcohol ayudó bastante”, analizó Esteban.

La noche platense fue mutando a medida que surgieron nuevas expresiones musicales. Uno de los casos más icónicos fue la llegada de las bandas de la cumbia locales, las cuales eran requeridas todos los fines de semana para realizar un show. Cubata logró adaptarse a esta nueva tendencia con creces pero no logró soportar la embestida del boom de las cervecerías.

La Plata perdió a una verdadera cuna de anécdotas. La mayoría de los vecinos que se enteraron de la noticia, contaron una historia para recordar al lugar de la mejor manera. Mala Fama fue el último capítulo de un libro que, varios, leerán una y otra vez.

0221.com.ar pudo averiguar que Cubata fue vendido a una franquicia llamada “Chupitos”. El lugar será remodelado para cambiar la imagen de ese bar que supo dar las mejores noches de la ciudad de La Plata.

 “Fue muy triste que cierre un boliche donde pasamos tantos tiempo y tantas experiencias. Cubata fue lo que fue por la gente que iba”, cerró Esteban.

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