La flamante estatua del ex mandatario amaneció este martes con el pañuelo de la despenalización del aborto atado al cuello, un símbolo de época que se enmarca en el debate histórico que se está llevando adelante en el Congreso.
La flamante estatua del ex mandatario amaneció este martes con el pañuelo de la despenalización del aborto atado al cuello, un símbolo de época que se enmarca en el debate histórico que se está llevando adelante en el Congreso.
Habrá quienes se sacarán una foto y quienes tilden el acto de vandalismo. Lo cierto es que el monumento a Raúl Alfonsín, inaugurado hace menos de una semana por altos funcionarios y gobernantes de Cambiemos, ya tuvo varias intervenciones de todo tipo.
Primero le quitaron una placa, que terminó tirada en el suelo y siendo recogida por un policía que la devolvió a la Municipalidad. Después fue Osvaldo, de Ramos Mejía, quien dejó una nota pegada con cinta de papel pidiéndole perdón al “padre de la democracia” por no haberlo defendido en vida.
Esta vez fue el movimiento feminista, o alguna militante solitaria, quien se tomó el atrevimiento de posicionar a Alfonsín a favor del aborto legal, seguro y gratuito.
Un dato no menor es que el líder radical buscó debatir la despenalización del aborto antes de ser presidente, pero la tensa relación con la Iglesia Católica hizo que desistiera de un proyecto que ningún otro presidente democrático volvió a retomar.