Adrián Sosio es uno de los jefes de Los Leales, la agrupación que controla la tribuna pincha. En un mano a mano con Marianela Tosetti en 221Radio, negó todo. Negó que el grupo que lidera sea una “barra brava”: prefiere llamarla “barra”. Negó que reciba financiamiento de las autoridades de Estudiantes. “A los dirigentes los veo una vez por año en las asambleas”, aseguró y afirmó que vive de su actividad como propietario de un taxi. Negó que su “barra” recaude fondos a partir del manejo de los negocios que orbitan los partidos que se juegan en el Estadio Ciudad de La Plata, como el estacionamiento y los puestos de venta de comida. “Eso en Estudiantes no pasa”, juró. Negó que practiquen la violencia. Aunque admitió haber sido “un violento”, dijo que la “barra” hizo “un mea culpa” y se “socializó” hace cuatro años. Y que, ahora, garantiza la paz en el corazón de la popular.
También reconoció tener antecedentes penales por hechos de violencia que protagonizó “hace diez años”, pero aseguró que se trata de una etapa superada. Y acusó al titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), Juan Manuel Lugones, de perseguir y meter presos -como la última vez que Estudiantes jugó en la cancha de Quilmes- a él y a un puñado de compañeros.
- ¿Sos integrante de la barra Los Leales?
- Perfecto, barra; no barra brava.
- ¿Qué significa ser barra de Estudiantes y miembro de Los Leales?
- Es un grupo de personas que viene hace poquito, más de cuatro años, alentando al equipo. Cuando se puede de visitante, se va, (si no) de local, llevando los trapos, los bombos, trompetas...
- ¿Ustedes están financiados por el club, por los dirigentes? ¿De dónde sale la plata?
- Esa pregunta me la hicieron 35 mil veces. Nosotros somos socios de Estudiantes, no nos financia nadie. La plata la consigo trabajando. Esas son preguntas retrógradas. ¿Cómo vas a preguntar de dónde consigo la plata? Trabajando.

- Como se dice que los dirigentes financian esto, yo te pregunto…
- Los que digan eso que se hagan cargo de lo que dicen y que presenten pruebas. No tenemos ningún tipo de contacto con los dirigentes ni lo queremos tener. Que cada cual haga su jueguito en Estudiantes y en todos lados. Nosotros hacemos el nuestro. Por eso venimos haciendo las cosas bien.
- Ustedes quieren que el hincha opine. ¿De qué se trata?
- Nosotros no hacemos ninguna encuesta. Yo me entero por los medios de que tengo derecho de admisión por antecedentes penales, pero nada que ver con la cancha, (son) de hace más de 10 años. Me asombra que después de cuatro años de no hacer ningún desmán ni nada... Lo mío (NdR: se refiere a su detención en el ingreso al estadio de Quilmes, el 9 de abril, en la previa del partido Estudiantes-Chacarita) fue muy raro: yo acompaño a un padre y una niña, porque estaba muy nervioso el muchacho y la estaba tratando mal; lo acompaño hasta la puerta, simplemente eso fue.
- Se dice que los barras manejan los trapitos, los puestos de choripán... que Bruera les daba y ahora Garro les da el manejo del estacionamiento y demás. ¿Es así?
- En Estudiantes no. Está confirmadísimo. Yo tuve una charla con (el periodista) Pablo Carrozza y le dije que estaba equivocado. Si alguien cobra, que lo mande en cana.
- Si yo quiero ir a vender panchos, gaseosa o choripán en las afueras de la cancha, ¿tengo que hablar con ustedes?
- No, eso es ridículo.
- ¿Cómo es la relación con la dirigencia de Estudiantes? Hay un rumor de que un dirigente pidió que los liberen cuando los metieron presos...
- ¿Cómo no nos van a liberar si nos llevaron en cana gratis? Vayan a las cámaras del estadio a ver qué resistencia a la autoridad hubo. Entonces ahí terminamos con la mentira.

- ¿Hubo o no hubo un llamado?
- ¿Sabés quién nos liberó a nosotros? La fiscal.
- ¿Cuántos son los Leales?
- Seremos 200, por decirte un número.
- ¿Cómo se entra a los Leales?
- No tengo nada contra las mujeres, pero generalmente no hay. Puede haber alguna. No la echamos, pero la mujer no viene con nosotros.

- Si mi hijo quiere entrar, por ejemplo, ¿cómo tiene que hacer?
- Y, no sé, viene a la cancha, nos empezamos a conocer... es muy raro que se acerque gente así, siempre te trae un amigo. Vos tenés que querer al club y hacerlo porque te gusta.
- ¿De qué laburás?
- Tengo un taxi.
- ¿Con eso podés bancar la vida? ¿Tenés familia?
- Sí, tengo familia.
- Vos en aquel momento de tu vida eras barrabrava...
- No, te tengo que corregir. Nosotros éramos violentos, no barrabravas. Una barra brava es una mafia. Nosotros nunca tuvimos un tipo de negocios. Nunca tiramos tiros adentro de la cancha. Nosotros hicimos un cambio y nos dimos cuenta. Antes había gente del Coprosede que no quería que entráramos a la cancha; habría que ver por qué teníamos la entrada prohibida nosotros.