Las redes sociales explotaron este lunes y martes por el caso de Rodrigo Eguillor, el joven de 24 años hijo de la fiscal federal Paula Martínez Castro que desde hace semanas venía siendo "escrachado" por violento y abusador, y que se "defendió" con insólitos videos en vivo a través de Instagram.
En ellos, hacía alusión a que la joven que lo denunció por abuso sexual y privación ilegal de libertad -secuestro- en realidad estaba queriendo suicidarse, y lanzó frases misóginas como "esta mina era una negra de Ituzaingó que me quiere sacar la guita" o "mirá si con esta babyface voy a necesitar violarme a una mina".
Eguillor había sido señalado como autor de un abuso sexual por una joven de 22 años luego de que saliera a la luz un video en el que se los ve forcejeando a ambos en un balcón de un departamento en San Telmo, el pasado 15 de noviembre. Según la víctima, el joven la había encerrado en la habitación y maltratado para después abusar sexualmente de ella. Eguillón, en su escatológica defensa, arguye que la chica "se quería suicidar" y que él fue "un ángel" que la quiso salvar.
Pero la triste escena culminó el martes, cuando el joven, desde el aeropuerto de Ezeiza y a punto de salir para Madrid a pasar unos días de vacaciones, habló con todos los medios de comunicación habidos y por haber, y ratificó su postura frente a la denuncia, a pesar de que en las redes no paraban de surgir denuncias en su contra.
Finalmente, la PSA se lo llevó detenido y fue imputado no solo por los delitos de abuso sexual y privación ilegítima de libertad, sino también por "grooming" -acoso en las redes sociales- y resistencia a la autoridad. Pese a que su padre pidió una internación psiquiátrica compulsiva, Eguillor fue evaluado y determinaron que está "ubicado en tiempo y espacio" y con "conciencia de situación".
Por eso fue trasladado a la alcaidía Pettinato en nuestra ciudad, hasta tanto tuviese que declarar en Fiscalía -las causas están radicadas en la Justicia de Esteban Echeverría y la Ciudad de Buenos Aires. Fernando Burlando, abogado de la joven denunciante de 22 años, advirtió que están en condiciones "de pedir la detención por la gravedad de los delitos que cometió el acusado: acá hubo privación ilegítima de la libertad, lesiones graves y violación".
Sin embargo, pasadas las 9 de la mañana, la Justicia dispuso la liberación del joven. El juzgado de Garantías N° 2 dijo que deberá ser asistido por una psicóloga y según pudo saber 0221.com.ar, no tuvo visitas ni recibió llamadas durante su estadía en la alcaidía, en la que se hallaba bajo la acusación de "coacción agravada en concurso real con amenazas" tras haber amenazado a dos funcionarias judiciales.