“Estamos todos movilizados y con mucha expectativa. A mi me puso muy contento la manera en la que jugaron y patearon los penales tanto Guanini como Guiffrey”, aseguró el Indio Ortiz, a 0221.com.ar. Al Director Deportivo del Lobo lo invaden un sin fin de sensaciones en la antesala a la final de la Copa Argentina.
Hernán Darío Ortiz sabe como pocos lo que significa levantar una copa con la camiseta de Gimnasia. El ex futbolista fue una pieza clave en el equipo que obtuvo la Copa Centenario en enero de 1994, jugando todos los encuentros de aquel certamen. “Para mi conseguir ese campeonato fue algo muy especial y más porque fui capitán gran parte de ese año. De todas maneras yo no fui a recibirla porque el Chaucha Bianco había sido hasta hace poco capitán y él era uno de los grandes”, contó el Indio remarcando la relación de respeto que había en esos momentos con los hombres experimentados del plantel.
Haciendo un paralelismo con aquel grupo de jugadores y los dirigidos por Pedro Troglio, Ortiz se encargó de resaltar que “en ambos casos se demuestra el compromiso y la entrega, de los que entran a la cancha”. El ex defensor vistió los colores mens sanas entre 1989 y 1996, siendo uno de los actores principales de una época gloriosa de la institución. “Siento que esa generación fue muy poco reconocida. Fuimos campeones de la Copa Centenario, subcampeones y en el primer torneo internacional quedamos afuera por penales en las semis. Sin embargo cuando no ganás, a veces las cosas lamentablemente son así”, expresó el Indio.
Tras 24 años sin poder estar en una situación similar, en el mundo tripero valoran cada vez más lo conseguido por el conjunto dirigido por Roberto Perfumo. “A pesar de que en ese momento sufrimos muchos cambios, hasta de técnico antes de la final, éramos un grupo tan fuerte y teníamos tan claras las cosas que eso no nos afectaba. Estábamos muy bien mentalmente y mirá que nos enfrentamos al River de Passarella, plagado de figuras”, recordó Ortiz, a 0221.com.ar.
“Esa generación del 90’ en Gimnasia, desde que Gregorio Pérez comenzó a formar el equipo, creo que marcamos un estilo y una manera de jugar. Teníamos mucho sentido de pertenencia con el club”, explicó el Hernán Darío, mientras resaltaba que ese amor por la institución también lo puede percibir en muchos jugadores del actual plantel, los cuales salieron de la cantera albiazul y que él mismo promovió.
Para el Indio en los duelos de eliminación directa existen mucho imponderables, aunque lo principal que el Lobo debe tener es: “Cabeza fría, compromiso y carácter”. Lamentando no haber podido estar en el enfrentamiento contra Independiente que definió el campeonato de 1995, el actual encargado de coordinar el fútbol albiazul, asegura que este equipo de Troglio tiene algo que lo asemeja mucho al de ese tiempo: “No se entrega nunca”.
Trabajando en silencio y demostrando su amor por Gimnasia en cada una de las diversas funciones en las que le tocó estar, Hernán Darío Ortiz se convirtió en una pieza fundamental en la vida del elenco mens sana. Se encarga de recorrer el país y el extranjero, buscando jugadores para el club y estableciendo vínculos y relaciones, con el fin de que la institución se expanda sus fronteras cada vez más. “Yo pregono para que dentro del club se termine el egoísmo y todos tiremos para el mismo lado”, confesó el Indio sacando a la luz todo su amor por el tripero.