Un duro cruce de versiones se produjo en torno a la 5º Marcha del Orgullo TLGBI prevista para este sábado en La Plata entre las organizaciones que la promueven y la Municipalidad en torno al control de la seguridad en la misma. Mientras la comisión organizadora planteó públicamente que las autoridades decidieron suspender la actividad a cinco días de su realización, la Comuna respondió que se autorizó el uso de la Plaza San Martín aunque se informó que para la movilización “no se contaba con las garantías de seguridad para desarrollarla” debido a la realización de otros dos eventos masivos en la ciudad, comprometidos previamente: la feria gastronómica Picurba en la República de los Niños y el recital de Roger Waters en el Estadio Único.
“No es real que el municipio prohibió el evento”, aseguraron voceros de la Municipalidad, y avanzaron con una lectura política de la denuncia: “Sectores vinculados con la oposición que buscan engañar a la sociedad difamando con cosas que no son reales”.
"Como alternativa, incluso, se les planteó un cambio de la fecha para la marcha para prestar el correcto despliegue de los agentes”, indicaron. Y ratificaron: “En ningún momento se dijo que no podían hacerla”.
Más allá de la polémica, el colectivo de organizaciones (unas 30 según dijeron en un comunicad) ratificó que la marcha se realizará de todos modos el sábado a partir de las 14, con concentración en Plaza San Martín y responsabilizan a los gobiernos provincial y municipal “por cualquier tipo de violencia” que se genere.
Mientras las organizaciones plantean que la decisión se enmarca en un “política de gestión en un contexto represivo”, el Municipio informó que desde que Cambiemos asumió la gestión "se creó la primera Dirección de Género y Diversidad de la historia de la Municipalidad de La Plata, en la que se capacitaron a más de dos mil chicos".
“En la ciudad se plantean reglas claras e iguales para todos. Si en la fecha solicitada no se puede organizar, deben buscar otra fecha”, indicaron. Y cerraron: “Esta ciudad es nuestra casa y debemos mejorar la convivencia. La era de los ‘patateros’ quedó atrás. Todos debemos aprender a construir desde el diálogo”.
