La investigación por el crimen de la joven martillera Sabrina Luján Antonioli, asesinada a golpes en su vivienda de 116 entre 32 y 33 de Barrio Hipódromo, ingresó en su etapa final y el fiscal se encamina a pedir el juicio oral para el albañil detenido, Marcelo Oscar Doval. El expediente, sin embargo, muestra una pelea entre el investigador Marcelo Martini y el juez de Garantías Guillermo Atencio por el encuadre legal del caso. Para el acusador se trata de un homicidio triplemente calificado (alevosía, ensañamiento y criminis causa), pero el magistrado entiende que, en este caso, no existió la conducta de ensañamiento, es decir, el sufrimiento prolongado de la víctima.
Según pericias que figuran en el expediente, la víctima, fue blanco de múltiples golpes en la cabeza. Además, en el marco del ataque la joven perdió tres muelas que fueron encontradas en la escena del crimen. Para el fiscal ese ataque fue con saña y así lo consignó en el expediente, pero el juez Atencio no hizo lugar a esa figura.
La calificación legal de un caso pone en relieve la pena en expectativa para el acusado. En este caso en particular, la pena es prisión perpetua, independientemente de las agravantes consideradas. Para zanjar estas diferencias, los investigadores solicitaron una serie de informes médicos para determinar si la muerte de la joven “fue rápida o hubo larga agonía”, confiaron fuentes de la investigación a 0221.com.ar.
El crimen de la joven martillera, asesinada el 23 de agosto pasado, se encamina al esclarecimiento total, aunque falten etapas procesales por cumplir.
Marcelo Doval, el sospechoso de 24 años, filmado por cámaras de seguridad en la zona del hecho, está acusado de homicidio agravado e intento de homicidio doblemente agravado.
Por su parte el viudo sobreviviente del ataque, Juan Ignacio Plotycia, sigue bajo tratamiento psicológico y retomó su trabajo como Contador Público. Declaró en dos ocasiones: ante policías y luego frente al fiscal. Aportó “datos claves para el esclarecimiento del caso”, señalaron fuentes judiciales a este medio.
El viudo y testigo observó el video de la fuga del acusado. Confirmó que las zapatillas que llevaba puestas el presunto asesino, eran suyas y que las robó tras el ataque. Además ratificó que los guantes amarillos que Doval descartó en la fuga también fueron robados. Eran los que usaba su pareja asesinada para hacer la limpieza del hogar.
El cuerpo de Antonioli fue hallado por su propio marido, quien al regresar a la vivienda de 116 entre 32 y 33 observó rastros de sangre en el pasillo que conduce a su casa. De acuerdo con los investigadores, el joven corrió hasta la vivienda y al llegar al baño del lugar descubrió la trágica escena. De inmediato salió a la calle para pedir ayuda y en ese momento fue atacado por el albañil, quien le propinó un duro golpe en la cabeza.
Tras el ataque, el sospechoso fugó. Cuando pudo recuperarse, Plotycia avisó a la Policía que, poco después, llegó a la escena del crimen, donde se dispuso un veloz operativo de rastrillaje y los agentes lograron dar con el acusado a pocas cuadras del lugar. En 32 entre 7 y 8 policías rodearon al sospechoso, lo redujeron y pusieron a disposición de la Justicia.
