sábado 16 de marzo de 2024

¿Cómo es y qué hace el centro de la UNLP que investiga el medioambiente en La Plata?

Además de estudiar a fondo cada uno de los contaminantes que ponen en riesgo la salud de los vecinos de la ciudad, los platenses pueden llevar sus problemas a la facultad de Ciencias Exactas para que los investigadores realicen la mayor cantidad de mediciones posibles y generen mejoras en las gestiones estatales.

En los últimos años, tal como imaginaron los creadores de la ciudad, el medioambiente comenzó a ganar terreno en la opinión pública de los platenses. Las redes sociales fueron de gran utilidad y los ciudadanos encontraron un canal para denunciar el estado de agua, emanaciones de contaminantes por parte de alguna fábrica o destilería, entre otras. Al igual que en muchos temas que afectan a la sociedad, la UNLP cuenta con un espacio para analizar y trabajar en la resolución de estos problemas ambientales.

El Centro de Investigación del Medioambiente (CIM), perteneciente a la facultad de Ciencias Exactas, tiene la misión de estudiar problemáticas ambientales de interés local y regional, además de contribuir con información relevante desde diferentes enfoques integrados desde la química ambiental, la ecotoxicología y la toxicología ambiental. En esa línea, el laboratorio tiene como objetivo aportar en evaluación y gestión de riesgos e impacto ambiental.

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“Lo analizamos desde muchas perspectivas, pero la más fuertes es conocer los contaminantes que están presentes. Básicamente, nuestra historia es analizar el aire o agua y qué efectos provocan en las personas los contaminantes que están presentes”, aseguró a 0221.com.ar el director del CIM, Andrés Porta. También reafirmó que trabajan “para tener una consciencia de que los datos que sacamos tienen que ser muy buenos”.

Además de ser docente de la materia Química Analítica Aplicada, Porta tiene larga trayectoria dentro del CIM, esa que lo llevó a ser, en la actualidad, el tercer director de la historia del centro de doble dependencia CONICET-UNLP.  

“Trabajamos con muchos temas ambientales. A veces se arman unos globos enormes que todo el mundo opina y dice cosas, nosotros preferimos la precisión y nos anclamos desde una perspectiva académica”, detalló el director del CIM y agregó que “todo lo que hacemos sirve para tomar decisiones, desde el vecino para encarar la pelea que tenga que dar, para que la industria mejore el proceso y para que el Estado mejore la gestión”.

Al igual que varias áreas de la UNLP, el CIM recibe a todos los vecinos de la región, quienes encontraron un lugar para trabajar las diferentes problemáticas ambientales que ponen en riesgo la salud de cada uno de los habitantes. Ya sea desde las emisiones contaminantes de una fábrica o destilería hasta análisis para medir la calidad del agua, el centro de la facultad de exactas tiene un fuerte compromiso con cada una de las personas que requiere de su tecnología y recursos humanos.

En la actualidad, el CIM cuenta con 14 investigadores de carrera, 27 tesistas becarios del CONICET y todo un grupo de estudiantes de carrera ambienta de la facultad, los cuales participan permanentemente en cada una de las iniciativas que se les presentan.

EL CIM EN LA PLATA

La presencia de un importante polo petroquímico (destilerías, COPETRO y Siderar) y el desmedido crecimiento del parque automotor, fueron los causantes de un daño  para el bienestar del medioambiente de La Plata. Los datos del CIM son reveladores: a partir del 2010 en adelante comenzaron realizar mediaciones y lograron detectar un aumento importante en los niveles de contaminación.

“Creo que tenemos que rever muchas cosas. Ahora hay más autos y esto al medioambiente no lo favorece, sobre todo para el aire que es algo muy importante en La Plata”, explicó Porta. En ese sentido, el director del CIM comentó que, por lo general, las quejar de los vecinos consultan por los olores que perciben, el aire o cuando una chimenea de una fábrica quema de color negro.

“Mejoró mucho el uso del aerosol fino, el que tiene menos de 10 micrones que se incorpora en la fosa nasal. El particular grueso, el que se ve y, por lo general, es el que la gente filma es el que sigue siendo un problema”, afirmó Porta a 0221.com.ar. “El problema es que en las grandes empresas no se tiene nunca en cuenta la cuestión ambiental o la salud. La gente es la que termina pagando el tratamiento”, reveló.

El CIM cumple una función muy importante en la Justicia, ya que participa como perito de juez, es decir, una especie de ojo técnico. Porta sostuvo que el centro tuvo intervención en demandas que impulsaron los vecinos para reclamar por mejoras en su calidad de vida, la más representativa de ellas fue lo que ocurrió con las personas del barrio República de Campamento, en Ensenada, cuando decidieron demandar a COPETRO por el daño ambiental que causaba en la zona y en la salud de cada uno de ellos.

“El vecino logró demostrar que su salud estaba comprometida y en adelante se mejoró mucho. Gracias a eso, COPETRO tiene casi todo prácticamente confinado, lo cual era su proyecto original”, comentó Porta.

EL OJO TÉCNICO

Una de las políticas principales de la UNLP son los proyectos de extensión para fortalecer la presencia en los barrios. El CIM realiza mucho de estos trabajos que, en muchas oportunidades, terminan siendo utilizados para profundizar sus investigaciones y mediaciones. Por ejemplo, “Dibujando tu barrio”, donde los científicos del centro pudieron ver cómo la gente podía detectar cada uno de los problemas que los perjudicaba.

“Eso sirve para combinar los datos que tenés y los que te trae la gente con su experiencia propia. Ahí te das cuenta cuáles son los problemas importantes y vas estableciendo las prioridades”, destacó Porta. También recordó una actividad que se viene realizando en el Colegio Nacional de La Plata y algunos establecimientos educativos de Ensenada, un trabajo interdisciplinario para corroborar el actual grado de afección de la salud de estudiantes de nivel medio a través de pruebas y ensayos de espirometrías.

Además de tener un rol importante en la Justicia, el CIM trabajó con diferentes organismos estatales para buscar soluciones a las distintas problemáticas que fueron surgiendo en las destilerías o fábricas que integran el polo petroquímico. “Trabajo siempre hay”, dijo Porta entre risas pero consciente del papel que le toca ocupar en la región.

En los próximos meses, el CIM se prepara para la mudanza de su edificio a 64 y diagonal 113. Esto servirá para poder trabajar con mayor equipamiento y sus investigadores tengan las instalaciones necesarias para seguir analizando las matrices que aparecen en el medioambiente.

Con fuerte presencia en el CONICET, ACUMAR, la Justicia, organismos nacionales y provinciales, el CIM tiene su principal función con la gente que se acerca para pedir soluciones a los problemas que ponen en riesgo su salud. “Todo lo que tiene que ver que nos rodea, nosotros tenemos metodologías puesta a punto y equipamiento para poder determinar los contaminantes principales y en qué cantidad. Esto es una línea que impulsamos y con que formamos a los futuros investigadores”, cerró.

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