Pese a llevar unos de los apellidos más emblemáticos que la UCR dio en la segunda mitad del siglo XX, Ricardo Alfonsín aparece como una expresión marginal dentro de la estructura partidaria. Extremadamente crítico con la actitud del partido en la alianza gobernante Cambiemos, en la segunda edición del Ciclo Conversatorios que organiza el Colegio de Politólogos reclamó que haya un acercamiento hacia otras fuerzas progresistas como el socialismo y el GEN, y que reprochó que no se haya hecho nada de lo comprometido en la Convención de Gualeguaychú, cuando se decidió la alianza con el PRO: “Somos convidados de piedra –dijo– y eso no fue bueno ni para los agentinos ni para el PRO”.
“La UCR tienen que hacer lo que se había comprometido. Cuando celebró el acuerdo no dijimos solamente ‘vamos a conformar la alianza con el PRO’. También dijimos que si no ganábamos las PASO íbamos a contar con diputados, senadores, intendentes, para generar espacios para influir en las decisiones, para evitar que se cometan errores, mecanismos internos para tratar las diferencias, y para no acompañar las decisiones que no son buenas para el país. Se dijo a lo largo de ese debate en Gualeguaychú que duró diez horas y también después, pero no se hizo nada de eso. Estamos como convidados de piedra y eso no fue bueno para los argentinos ni para el PRO”, fue uno de los párrafos más críticos de Alfonsín en la cena en el restaurante Los Fuegos.
Ante un auditorio completo de dirigentes políticos, representantes de instituciones y profesionales, Alfonsín avanzó en lo que considera debiera ser el camino radical: “Debe reunirse con fuerzas como el GEN, el socialismo y otras fuerzas porque son los sectores afines. Sé que no es la posición mayoritaria pero no creo que se tarde mucho en asumirse que esa debe ser la dirección”.
E inmediatamente marcó las diferencias con la conducción partidaria. “Yo no voy a hacer nada que considere que no es bueno para el país. Alguno radicales dicen que hay que ser orgánico, disciplinado con las decisiones, porque eso es un principio. Pero a veces hay contradicciones entre los principios. Otro principio que dice que no podés hacer nada que no sea bueno para el país. Y si ser orgánico con el partido entra en contradicciones con ese otro principio que para mí es más importante, yo no voy a tomar una decisión porque mi partido la tome”.
Ante la pregunta de uno de los presentes respecto del rol de los partidos políticos en la actualidad dijo que esas estructuras tienen dos dimensiones: una electoral y otra ideológica, que es la más importante, “porque es lo que conforma la identidad”. “Se está priorizando la cuestión electoral y se posterga la cuestión ideológica. Se profesionaliza la política, y hago una valoración negativa de eso cuando implica que en nombre de la carrera política se sacrifiquen las convicciones”.
En lo que fue una crítica para el partido dominante dentro de Cambiemos remarcó: “Que nadie piense que porque tuvo éxito en la empresa va a tener éxito en la política porque son universos diferentes y contradictorios. Y estaría bueno que eso lo entiendan en el PRO”.
Y respecto de los políticos avanzó con la autocrítica: “Nos han reemplazado los medios de comunicación. Los partidos cedieron la función ideológica. Antes, cuando había que fijar posición en temas complejos, lo hacíamos analizando qué hubieran hechos nuestros referentes, Illia, Yrigoyen, Alem, Alfonsín. Pero hoy lo que pensamos es qué dirán los medios, qué dirá la señora Legrand”.