Como informó 0221.com.ar, todo se desencadenó durante las últimas horas del domingo en la pizzería Ragnar de diagonal 76 entre 14 y 15. Según comentaron fuentes policiales a este medio, actuaron al menos tres delincuentes armados que, tras amenazar a los propietarios, se apoderaron de la recaudación del comercio.
Sin embargo, el mayor de ellos se resistió al robo y sacó su pistola para poner en fuga a los sospechosos. De esta manera, se inició un terrible tiroteo que culminó con tres personas heridas: él, su hijo y uno de los asaltantes. Ricardo, mozo del restaurante Dante -ubicado a pocos metros de donde se produjo el incidente-, dialogó con 0221.com.ar y contó cómo fueron los instantes en que se produjo el ataque.
"En ese momento, cerca de las 22.40, el lugar estaba lleno de gente. Cuando escuchamos los disparos, la mayoría se tiró en el piso para resguardarse porque no sabíamos qué estaba pasando", explicó. Recién cuando los testigos oyeron que supuestamente uno de los ladrones había sido detenido, salieron a la calle.
Allí descubrieron la terrible escena: padre e hijo heridos en distintas partes del cuerpo, sangre y disparos por todos lados, el arma del asaltante y la de la víctima tiradas en la vereda y los delincuentes prófugos. En medio de aquella escena, Ricardo recuerda haber escuchado el grito desgarrador del hijo del dueño exclamando "papá, no te mueras". "Me quedó registrado, fue tremendo", dijo.
Tras dar aviso a las autoridades, agentes del Comando de Patrullas, de la comisaría Segunda y personal del SAME acudieron al lugar para iniciar la investigación y trasladar a las víctimas al hospital. Los voceros aseguraron que el padre fue derivado al San Martín, con un tiro en el brazo izquierdo, otro en la zona intercostal izquierda (con entrada y salida) y el restante en el tórax. El hijo, por su parte, fue trasladado al San Roque de Gonnet con un impacto en el brazo izquierdo -que le provocó una fractura- y en la zona de la ingle.
Ambos heridos fueron intervenidos quirúrgicamente y se encuentran fuera de peligro, según aseguraron los voceros. Sin embargo, la historia no terminaría allí: tras escapar, los mismos ladrones sustrajeron un Peugeot 308 en 36 y 23 y huyeron rumbo a la zona de El Mercadito.
Tomando conocimiento de este nuevo hecho, la Policía persiguió a los sospechosos hasta 122 y 527, donde el vehículo terminó abandonado. Los ocupantes descendieron y se perdieron rápidamente de vista antes de que las autoridades pudieran interceptarlos. No obstante, los efectivos lograron dar con uno de los implicados gracias a que ingresó al Hospital San Martín -llevado por un cómplice- con disparos en el glúteo, el tórax y en una de sus manos.
Por este motivo, quedó internado allí con custodia mientras las autoridades investigan el paradero de los prófugos. La UFI en turno caratuló la causa como "robo calificado por el uso de arma y lesiones".