El presidente argentino, Javier Milei, se reunió con su par francés en un encuentro privado que incluyó temas bilaterales y una agenda marcada por homenajes.
El presidente de la Nación, Javier Milei, recibió este domingo en la Casa Rosada al máximo mandatario de Francia, Emmanuel Macron, en una reunión privada que se extendió por más de una hora. Tras el encuentro, ambos mandatarios se asomaron a uno de los balcones para saludar al puñado de personas que se encontraba afuera, bajo la lluvia.
El presidente francés llegó alrededor de las 11 de la mañana junto a su esposa, Brigitte Macron, y fueron recibidos por Milei y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Tras el saludo protocolar, ambos líderes ingresaron al despacho presidencial.
El año empieza a llegar a su fin y, tristemente, también se agotan los feriados para disfrutar de fines de semana largo en La Plata y el resto del país.
La medida apunta a fortalecer las reservas y había sido anticipada hace un par de meses por el ministro de Economía, Luis Caputo.
Antes de su paso por Casa Rosada, Macron visitó la Iglesia de la Santa Cruz, en el barrio de San Cristóbal, donde rindió homenaje a las víctimas de la dictadura argentina. Este templo guarda un profundo significado histórico, ya que allí asistían las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, secuestradas y asesinadas durante el régimen militar tras la infiltración de Alfredo Astiz en un grupo de derechos humanos.
En su itinerario también estuvo prevista la colocación de una ofrenda floral en honor al libertador José de San Martín, en la plaza que lleva su nombre en el centro porteño. Este gesto rememora la conexión histórica entre San Martín y Francia, país donde el prócer argentino vivió sus últimos años.
Tras su encuentro con Milei, Macron tuvo una reunión con inversores locales, también en la Casa Rosada. El presidente francés arribó al país acompañado por una comitiva de 30 funcionarios y tiene previsto partir hacia Brasil este domingo a las 14:30, donde participará en el foro del G20 en Río de Janeiro.