La participación en las elecciones legislativas de este domingo marcó el mayor ausentismo desde el retorno de la democracia en 1983.
Las elecciones mostraron una clara deserción ciudadana, pese a que se esperaba que la participación superara el 70% con la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP). A lo largo del día, la asistencia fue significativamente menor que en elecciones anteriores.
Para las 12 horas había votado apenas el 23% del padrón, aumentando a 41,7% a las 15 y cerrando en 58,5% a las 17, muy por debajo de los promedios históricos.
Peronistas, libertarios, la Coalición Cívica, peronistas díscolos y gobernadores, el FIT Unidad y el MAS, entre las opciones en las elecciones en la provincia.
Otro dato importante tiene que ver con que un tercio de las personas en condiciones de votar decidió no hacerlo, profundizando la tendencia al ausentismo que ya se venía registrando este año en elecciones provinciales. Desde el Gobierno habían estimado que la participación se ubicaría "en torno al promedio histórico, entre el 70% y 75% del padrón electoral", y alertaban que la deserción beneficiaba a ciertos sectores políticos.
Hasta este domingo, la menor participación histórica en elecciones generales se había registrado en las parlamentarias de 2021, con el 71,7% del padrón. Ese récord había superado a las legislativas de 2003, que registraron el 71,9%. Las elecciones de 2025 a nivel local mostraron un promedio de votación del 60% en provincias como Buenos Aires, Santa Fe, San Luis, Salta, Jujuy, Chaco y Misiones.
Históricamente, la participación electoral en Argentina creció y bajó en función de cambios demográficos, legislación y contextos sociales. Por ejemplo, la Ley 26.774 de 2012 permitió a jóvenes de 16 y 17 años votar, ampliando el padrón. Aun así, la tendencia de deserción actual marca un récord absoluto desde el regreso de la democracia en 1983.