Este lunes se concretó el esperado regreso de Gran Hermano (GH), con la gala de presentación de los 24 participantes, entre los que se encuentran dos mujeres de La Plata: Martina Pereyra, hincha de Estudiantes; y Sandra Priore, que hace fletes y es fanática de Gimnasia. En las primeras horas de convivencia ya surgieron comentarios que podrían alimentar la rivalidad entre ambas.
Martina tiene 24 años, es modelo y contadora y se presentó como una participante dispuesta a todo para ganar, con una personalidad fuerte y estrategias que ya prometen ser polémicas. "Grito, puteo, pero no pego. Levanto mucho la voz", afirmó en su presentación. Además, confesó que no sabe cocinar y que odia limpiar, lo que podría traerle problemas a la hora de convivir con el resto de los participantes.
Por su parte, Sandra, de 50 años, se dedica a hacer fletes y es amante de la pesca. En su presentación reconoció que suele meterse en problemas por no pensar antes de hablar y agregó que detesta el bullying: "Me saca totalmente", dijo. A diferencia de la platense pincha, a ella le encanta cocinar y ordenar.
El cruce entre las participantes de La Plata en Gran Hermano
Durante las primeras horas de convivencia tuvo lugar una escena en la que Sandra Priore habla con sus compañeros en el interior de la casa y se refiere a los que están afuera, describiendo cuál es cual: "Las que no saludan, que son chiquititas, son: Delfina -la morochita chiquitita-; la de la otra punta: Luz", comienza describiendo la tripera y, a la hora de hablar de Martina, agrega: "Y la del medio no sé (como se llama). Es platense, como yo". Luego, Priore remata: "Ella es del Pincha y yo soy del Lobo".
Si esto fue lo que se vio de las participantes de La Plata en las primeras horas de Gran Hermano, surge la pregunta sobre si replicarán en la casa más famosa del país la rivalidad de los equipos de los que son fanáticas.