La noche del viernes 23 de junio de 2000, Buenos Aires vibraba con la presencia de Rodrigo Bueno, el ídolo indiscutido de la música popular. Había estado grabando el programa La Biblia y el Calefón, con Jorge Guinzburg, para Canal 13. Como tantas veces, se mostraba carismático, enérgico, y con la sonrisa de siempre.
Al terminar la grabación, alrededor de las 22.30, salió a cenar con su representante, sus músicos, su hijo Ramiro y su expareja y madre del pequeño, Patricia Pacheco. El lugar elegido fue el restaurante El Corralón.
Allí se cruzó con Fernando, hijo del legendario comediante Alberto Olmedo. Rodrigo lo invitó a su recital de esa misma noche en La Plata, en el boliche Escándalo. Esa decisión sellaría el destino de ambos.
El recital fue intenso. Más de una hora y media de show, donde unió lo que iban a ser dos funciones en una sola presentación inolvidable. Lo filmaba el programa El Rayo y fue también la ocasión en la que dio su última entrevista para el ciclo platense Más de lo Mismo. Cansado, pero enérgico como siempre, Rodrigo emprendió su vuelta a Buenos Aires manejando él mismo su Ford Explorer roja.
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La muerte de Rodrigo, ícono del cuarteto, conmocionó a todo el país el 24 de junio del 2000
Madrugada trágica en la Autopista La Plata-Buenos Aires
Ya era madrugada del sábado 24 de junio de 2000 cuando emprendió el viaje. En la camioneta iban su hijo Ramiro, Patricia, Fernando, el músico Jorge Moreno y el locutor Alberto Pereyra. La Autopista La Plata-Buenos Aires era testigo de ese último regreso.
Cerca de las 3.30, a la altura de Berazategui, ocurrió lo impensado. En circunstancias que después serían motivo de debate judicial, la camioneta de Rodrigo rozó a otro vehículo: una Chevrolet Blazer conducida por el empresario Alfredo Pesquera. Fue un instante. Lo suficiente para que el cantante perdiera el control del volante, impactara contra la barrera de contención y volcara aparatosamente.
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Así quedó la camioneta de Rodrigo tras el despiste y vuelco mortal
Rodrigo no llevaba puesto el cinturón de seguridad. El vuelco lo expulsó violentamente del vehículo, y su cuerpo impactó contra el asfalto. Murió en el acto. También Fernando Olmedo. El resto de los ocupantes sobrevivió.
La muerte de Rodrigo y las hipótesis de la Justicia
La noticia fue un golpe seco al corazón del país. Aquel joven cordobés que había conquistado a millones con su voz y su carisma se había ido en cuestión de segundos. Rodrigo tenía apenas 27 años.
Lo que vino después fue dolor, homenajes y teorías. Su banda tocó en el programa Siempre Sábado sin cantante, como tributo mudo. Emergieron hipótesis sobre amenazas previas, sobre mafias del ambiente de la bailanta. Su madre, ausente del funeral, declaró en televisión que "la verdad saldrá a la luz".
El informe forense fue claro: traumatismo craneoencefálico con hemorragia cerebral. La causa se caratuló como "homicidio negligente". El fiscal Luis Armella llevó el caso a juicio, acusando a Pesquera de haber provocado la tragedia. Pidió 13 años de prisión.
Sin embargo, en diciembre de 2001, el Tribunal Penal Nº 2 de Quilmes dictó sentencia: Pesquera fue absuelto. Los jueces consideraron que la muerte de Rodrigo fue provocada por su propia imprudencia al conducir.
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Rodrigo tenía 27 años cuando falleció
Caso cerrado
De esta forma, la Justicia cerró el caso. Sin embargo, para muchos el accidente de Rodrigo sigue siendo una herida abierta. Una madrugada, un volantazo, una vida truncada. Las horas inmediatas a su muerte se plagaron de teorías, y sobre todo de acusaciones sobre la vida que llevaba el cuartetero.
Hoy, 25 años después de la muerte de El Potro, algunos familiares y amigos se siguen haciendo preguntas que la Justicia nunca pudo esclarecer, y que tienen que ver con contradicciones entre el perito de la Policía y el de Gendarmería; las amenazas que denunciaba previamente el cantante y su familia; la declaración de los trabajadores de Escándalo, que aseguran que Pesquera estaba esa noche en el bar; los disparos que se escucharon mientras Rodrigo estaba en City Bell y el gas lacrimógeno que alguien tiro en medio del show.
A raíz de todos esos aspectos inconclusos, algunos allegados al cantante creen que debería llevarse a cabo otro juicio y sostienen que la investigación y el proceso de peritaje del hecho fue incompleto e irregular.