Gimnasia cerró un 2025 con altibajos, cuatro entrenadores, peligro de descenso y un final inesperado: salvación, playoffs y semifinales del Torneo Clausura.
Gimnasia vivió un 2025 atravesado por la irregularidad, los cambios de entrenadores y la lucha por no descender. El Lobo pasó gran parte del año en una situación delicada, pero un cierre positivo le permitió salvarse, clasificar por primera vez a los playoffs y terminar la temporada con mejores sensaciones.
El año de Gimnasia estuvo marcado por los vaivenes. El equipo casi nunca logró continuidad en el juego ni en los resultados, convivió durante largos meses con la amenaza del descenso y quedó lejos de los puestos de clasificación a copas internacionales. Sin embargo, el formato de los torneos argentinos le permitió sostener la ilusión hasta el final.
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En el Torneo Apertura, el albiazul finalizó en el puesto 11º con 16 puntos, producto de 4 victorias, 4 empates y 8 derrotas, con apenas 9 goles a favor y 18 en contra. Ese inicio irregular fue un anticipo de un año complejo desde lo futbolístico.
La mejor versión apareció en el Torneo Clausura, donde el Tripero terminó 7º con 22 puntos tras 7 triunfos, 1 empate y 8 derrotas. Aunque la levantada fue sobre el final, eso no solo le sirvió para escaparle al descenso sino también para meterse en la fase de playoffs por primera vez desde la implementación de este formato.
En la tabla anual, el Mens Sana cerró el 2025 en el puesto 19º con 38 puntos en 32 partidos, con un balance total de 11 victorias, 5 empates y 16 derrotas, 23 goles convertidos y 34 recibidos. En todo el año, sumando fases regulares y playoffs, ganó 13 encuentros, empató 5 y perdió 17.
El 2025 comenzó con Marcelo Méndez al frente del equipo, pero un mal arranque con derrotas ante Instituto y San Lorenzo, sumado al descontento con el mercado de pases, derivó en la renuncia del entrenador uruguayo. Allí se dio el primer interinato de Fernando Zaniratto, que incluyó una caída ante Independiente, una victoria frente a Deportivo Español por Copa Argentina y un triunfo ante Godoy Cruz por el torneo local.
Tras ese breve período, la dirigencia decidió contratar a Diego Flores. El "Traductor" arrancó con ilusión, acumulando tres partidos invicto ante Lanús, Atlético Tucumán y San Martín de San Juan.
Sin embargo, la irregularidad se apoderó rápidamente del equipo y el ciclo terminó antes del receso, luego de una dura eliminación por Copa Argentina. Flores cerró su etapa con 3 victorias, 5 empates y 5 derrotas, en un proceso que se estiró más de lo esperado.
Con el equipo comprometido con el descenso y una Comisión Directiva dividida, Mariano Cowen se inclinó por Alejandro Orfila para encarar el Clausura. El ciclo tampoco logró cambiar la imagen futbolística: sin refuerzos de jerarquía y con rendimientos flojos, Orfila dirigió 12 partidos y se fue tras obtener 4 triunfos y un empate y sufrir 7 derrotas.
Con Orfila afuera y las elecciones en el horizonte, la dirigencia volvió a apostar por Fernando Zaniratto para el tramo final del certamen. El contexto era crítico: Gimnasia debía sumar puntos urgentes y el debut fue nada menos que en el clásico platense ante Estudiantes.
La caída 2 a 0 en el Estadio UNO dejó una imagen preocupante, pero el cuerpo técnico tuvo 15 días de trabajo antes de visitar a River. Ese tiempo fue determinante. En el Monumental, el Lobo mostró una reacción inesperada y logró un triunfo histórico tras 20 años sin ganar en Núñez, con una atajada inolvidable de Nelson Insfrán en un penal en el último minuto.
Desde allí, el equipo encadenó victorias clave. Superó a Vélez, ya salvado del descenso por resultados ajenos, y sin la presión de la tabla se permitió ilusionarse con los playoffs. La clasificación se concretó con una contundente goleada por 3 a 0 frente a Platense.
El séptimo puesto en la Zona B le permitió a Gimnasia acceder por primera vez a los playoffs desde la implementación de este formato. En octavos de final venció 2 a 1 a Unión en Santa Fe y luego eliminó a Barracas Central como visitante para meterse en semifinales.
El destino quiso que el rival en semifinales fuera Estudiantes. Con el Pincha octavo en su zona, el clásico se jugó en el Bosque, pero el Lobo no logró hacerse fuerte de local, perdió 1 a 0 y quedó eliminado, despidiéndose del sueño de llegar a la final ante Racing. Así se cerró una temporada que terminó de manera muy distinta a como había comenzado.
Entre sus dos ciclos como interino, Fernando Zaniratto dirigió 10 partidos en 2025, con un balance de 7 victorias y 3 derrotas, sin empates. Ese cierre positivo, que incluyó la salvación del descenso y la histórica clasificación a playoffs, le valió el respaldo de la nueva Comisión Directiva.
Tras varias reuniones, Zaniratto se ganó la oportunidad de su carrera y fue confirmado como entrenador principal de Gimnasia para el 2026. El Lobo cerró el 2025 golpeado, pero con una base anímica que invita a pensar en un futuro diferente.
Luego de los primeros contactos con la dirigencia de Gimnasia, Godoy Cruz tomó una determinación importante para el futuro de Agustín Auzmendi.
Luego de confirmarse que no renovará su vínculo en Gimnasia, Bautista Merlini realizó una emotiva despedida mientras define donde jugará.