El técnico de Estudiantes, Eduardo Domínguez, reflexionó sobre la derrota ante River e hizo foco en las ocasiones perdidas de su equipo.
Más allá del resultado, lo que mostró Estudiantes le deja bastante a Eduardo Domínguez para rescatar y afinar pensando en lo que resta de un campeonato irregular donde no logró consolidar la idea futbolística del DT.
La derrota ante River mostró lo mejor y lo peor del equipo. El entrenador lo comparó con la teoría de la sábana corta. "El primer tiempo me da la sensación de que River aprovechó tres ataques. Empezó un desconcierto general hasta los 15 o 20 minutos. Antes de eso tuvimos dos situaciones muy claras. Después fue un partido parejo, pero cada vez que avanzábamos llegábamos con la sensación de lastimar", sostuvo.
"Tuvimos 70 minutos de control de partido. No aprovechamos los momentos, fueron muchas jugadas muy claras. Hay que felicitar a su arquero, pero nos queda esa deuda pendiente de que definimos mal", destacó.
"El ingreso de Tiago Palacios fue buscar lo que pudimos encontrar, las penetraciones al área. La dinámica en ataque que nos da, no nos la da Gabi Neves, pero el equilibrio que nos da Gabi no nos lo da Tiago. Es la manta corta", agregó.
"Perdimos tres puntos, de nada sirve empezar a hablar de merecimientos. Creemos que este camino nos va a dar muchas más satisfacciones que decepciones. Es tragar, respirar y continuar", reflexionó.
Sobre el final, llegó la esperada consulta sobre el futuro de Enzo Pérez, pregunta que no dejó pasar de largo y respondió: "Hablar van a hablar. Hay que preguntarle a Enzo lo que piensa. Él tiene en claro la postura del club y lo que yo pienso", dijo.