Todos los goles que recibió en la Copa de la Liga fueron en la segunda mitad. ¿Qué le pasa a Estudiantes que no entra bien en el complemento?
Es un error recurrente, Estudiantes suele someter y avasallar a los rivales al principio, pero no sostiene eso en los 90 minutos y termina sufriendo por demás. La estadística de un problema recurrente en la Copa de la Liga que no puede solucionar.
El comienzo del León en el año viene siendo implacable. El volumen de juego, salvo excepciones, es alto, encontrando sociedades por adentro como por afuera, y sometiendo a los rivales en todas las canchas. Ahora, el Pincha tiene errores sostenidos a lo largo del tiempo que, ante Platense, le costaron caro: generó mucho peligro, no concretó y en el segundo tiempo lo perdió.
En la actual Copa de la Liga recibió solo cuatro goles. Eso no preocupa, es más, es la cualidad que le dio Eduardo Domínguez cuando empezó.
En la fecha 5, Estudiantes jugo el mejor comienzo de partido del año, pero el complemento fue todo lo contrario. Entró dormido, no hizo pie con los cambios y Adam Bareiro empató el resultado a los 12 minutos de esa etapa.
El segundo gol en contra fue en la fecha 8, en Mendoza, frente a Godoy Cruz. El Pincha volvió a demostrar superioridad al principio, abrió el marcador 2 a 0 y se fue al descanso cerca del 3 a 0. En la segunda mitad, volvió a lo mismo: los cambios entraron mal, creció el Tomba y a los 7 minutos estaba 2 a 1. Son contados con los dedos de una mano los partidos en los que fue superado por mérito del rival. En la mayoría es por impericia propia.
La puntada final llego el último miércoles. Estudiantes generó cinco o seis jugadas de peligro en la primera parte y pecó en la definición. En el comienzo del segundo tiempo, Platense hizo cambios y tuvo las únicas oportunidades de abrir el partido, en la primera y en el minuto 7, donde sí fue eficaz y puso el marcador arriba. De nuevo, Estudiantes tímido en el comienzo, no hizo pie y se quedó sin nada, a pesar del descuento de Zaid Romero.